Buscando por la prensa
histórica, he dado con un florilegio del libro para el 23 de abril de 1933 en La Voz de Aragón. Una de sus frases
elogiosas estaba firmada por Luciano de San Saor: «Un libro es un milagro
perenne que puede convertir en rosas las llagas de los leprosos». Y me dije
¡vaya! me suena. Así que me puse a rebuscar en el montón de fotocopias que se
va acumulado en el estudio de casa sobre lectura bibliotecas libros… y ¡eureka!
en una de la página 14 del número 99 de La
Gaceta Literaria de 15 de febrero de 1931 está el artículo «El autor y ellector frente al libro», firmado por Luciano de San Saor, y en el sexto párrafo
aparece la flor transcrita. Está precedida (en el quinto) por «Un libro es una
azada que va removiendo nuestra arcilla, desmigándola y trabajándola para
convertirla en tierra fértil». Y seguida (en el séptimo) por «Y una profunda
intuición nos decía que un libro puede empujarnos violentamente del otro lado
de las cosas, y encontrarnos de nuevo con una fórmula nueva de vida, con una
inversión de valores que no habíamos sospechado».
El texto tiene miga, porque
ese empuje violento y esa inversión de valores se estaba produciendo en una
adolescente que se llamaba Lucía Sánchez Saornil (1895-1970, que utilizará el
seudónimo de Luciano de San Saor). Ya desde niña tenía un «ardor literario
insaciable», empleaba el escasísimo dinero de que disponía en libros de ocasión
comprados en los polvorientos cuchitriles libreros de la calle de San Bernardo
madrileña y adyacentes (que convivían con las meretrices). Y, en los años de
inocencia, le llegaba la intuición de que su nimia biblioteca de hogar iba
levantando un muro a las estrechas perspectivas domésticas, a lo que su familia y quienes
la rodeaban esperaban de ella.
No decepcionó a su destino. Es
una de las personalidades más significativas del siglo XX (aunque también una
de las más desconocidas). Poeta ultraísta, no vamos aquí a defender su poesía,
pero sí a señalar la transgresión que supuso. Luchadora por las mujeres, no era
sufragista ni feminista sin sombrero, sino creyente en la cultura, en que las
asociaciones de mujeres enseñarían a estas a saber lo que son (lejos del
misticismo hacia los hombres), en librarla de la triple cadena: de la ignorancia, de hembra, de proletaria. De ahí surgió un potente movimiento llamado
Mujeres Libres.
[Salud. A la espera de que la Vida remueva a quienes gobiernas la res publica].
Siempre aprendo contigo, no conocía a esta poeta y sí la cultura nos hace mucho más libres.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro, Conxita, de que la conozcas. Su historia es la del siglo XX en notable medida.
EliminarAbrazos.
No sé si ahora los libros tienen esa capacidad de transmitir e, incluso, violentar, tal como dice Lucía Sánchez Saornil.
ResponderEliminarSaludos.
La verdad, anónimo, que puede que los libros no tengan la fuerza de convicción de antes. Ahora la gente joven tiene alicientes más de imagen.
EliminarSaludos.
tampoco yo había escuchado hablar de esta mujer, ¡vaya descripciones tan llenas de contenido que da de los libros! sin embargo, a mi me parece que todo eso que es cierto puede provocar la lectura de un libro jamás sería posible sin la predisposición del lector. Es una obviedad pero siento que ese el el drama de hoy, no es que los libros hayna dejado de tener ese magnetismo y ese poder del que habla esta mujer, es que la sociedad está menos predispuesta a dejarse impregnar por ellos saturada de otros estímulos que nos impermeabilizan a la magia de la lectura, ese es nuestro drama la sobreinformación nos llena de ignorancia ; )
ResponderEliminarGracias por enseñarnos a esta mujer libre de cuando ninguna mujer se lo podía permitir... estas mujeres sí que son ejemplo y arietes para el resto.
Muchos besos IGNACIO, no dejes de enseñarnos cosas aquí en tu precioso biblioblog jaja aunque sea al biés y a carreras te leo ; )
Vale, María. Y no veas cómo agradezco el que leas lo que pone por aquí.
ResponderEliminarY sí. Seguramente ha variado la predisposición. Ya sabes, "el medio es el mensaje". Los libros son artículos de segunda en esta sociedad.
Creo que Lucía es una persona relevante del siglo XX. Aunque también tenía la influencia de su ambiente (diríamos que, a veces, funcionaba con la posverdad).
Abrazos a ti.
No tenía conocimiento de esta escritora-poeta Ignacio, pero el párrafo donde dice...
ResponderEliminarUn libro es una azada que va removiendo nuestra arcilla, desmigándola y trabajándola para convertirla en tierra fértil.
Para mi es magistral. Intentaré encontrar algo de ella.
Besos de Espíritu sin Nombre.
No se encuentra mucho de ella, aunque hay un libro recopilatorio: "Poesía", en Pre-Textos, introducido por Rosa María Casamitjana.
EliminarAbrazos.