Francesca y Paolo estaban leyendo. De cuando en cuando, los ojos la lectura suspendían, demudado el rostro. Al llegar a un pasaje concreto, no pudieron contenerse y los labios de él besaron la sonrisa de ella. En ese momento fueron atravesados una y otro con la misma daga… y murieron.
Así escribe Dante en la Divida comedia una hermosa página sobre la lectura. Lo hace en el capítulo cinco, cuando está recorriendo el círculo segundo del infierno, lugar en el que se hallan las personas lujuriosas, las cuales sufren un fuerte viento que las lleva de un lado a otro por toda la eternidad.
Allí habían llegado nuestros amantes, pues Francesca estaba casada con Gianciotto, hermano de Paolo, el cual fue quien empuñó la fatal daga. Apenas diez versos le bastan al poeta (127-138):
Leíamos a solas, por deleite, a la vez,
que en las redes de Amor Lancelot fue prendido,
disfrutando al unísono de un secreto placer.
Al cruzar las miradas, varias veces sentimos
palidecer los rostros que próximos leían,
pero solo al poder de un verso sucumbimos.
Al leer que el amante la anhelada sonrisa
de su amada cubrió, con un beso ansioso,
este al que desde entonces permanezco prendida,
la boca me besó con labios temblorosos.
Y no leímos más […] [Aquí Gianciotto los atraviesa.]
Dice Dante que oyendo las palabras y el llanto de una y otro, tanto se conmovió que “caí como cuerpo del alma abandonado”.
Tal vez otro día nos ocupemos del libro que leían Francesca y Paolo, en el que se narran los amores, lecturas y besos de Lancelot y Ginebra (esposa que era del rey Arturo). O de la rima en la que Bécquer se besa con su amante mientras lee estos versos de Dante. Por hoy, señalemos que la versión que transcribimos es la que ha realizado (con gran acierto, a nuestro entender) Esperanza Ortega (publicada en Segundo Santos Ediciones, 2008).
(La fotografía es de Dokusa.san)
Y terminamos con la pregunta inicial: ¿es peligrosa la lectura?, ¿o merece pasar ciertos riesgos?
¿Qúe si es peligrosa la lectura preguntas?
ResponderEliminarY realmente que sería esta vida sin riesgos.
Hay veces en que uno se sumerge de tal manera en la lectura que efectivamente puede resultar peligrosa, pero creo que a estas alturas éso ya lo tenemos superado.
Nos hablas de la Divina Comedia y esas son palabras mayores, pues es caer en unas redes ocultas y que te transportan a otro mundo.
Pero si, contestando a tu pregunta, merece la pena asumir ciertos riesgos.
Es una buena combinación, particularmente no soy mucho de versos, pero si vienen bien acompañados, sean bien recibidos.
ResponderEliminarY mucho más un día como hoy en que un manto blanco cubre la ciudad, has hecho un coctail perfecto para pasar la tarde.
Bueno, Ginebra los asumió al leer con Lancelot.
ResponderEliminarTienes razón, hay riesgos apetecibles.
Y, claro, Ayla. Que tengas buena tarde.
ResponderEliminarLa lectura representa un peligro para las mentes cerradas, miedosas de conocer otros pensamientos diferentes a los suyos. A veces es denuncia, otras entretenimiento simple y puro. Pero siempre es placer. Y como todos sabéis, el placer se desvía muchas veces por la senda de lo prohibido.
ResponderEliminarUn placer para el día de hoy: leed en compañía, con la mente en otros mundos pero manteniendo el nexo con la realidad a través del contacto de una mano, de una caricia suave, de un beso.
¡Qué cosas nos traes hoy lavela! besos, Dante, amantes, Láncelot... toda una invitación a sumergirse en mundos dulces y apetecibles... aunque a mí me gusta la lectura solitaria, tranquila, y luego volver a la realidad para comentar lo leído frente a alguien con un café entre las manos; así que para responder a tu pregunta diré que en mi opinión versos y besos es una combinación fatal.
ResponderEliminarMuy buena entrada lavela ;)
Gracias, Lady.
ResponderEliminarPor cierto, hablando de peligros en la lectura. Hace unos días iba leyendo mientras paseaba y se me acumuló el trabajo: el paraguas, el libro, los guantes, las gafas (que me quito para leer)... En esto que algo se me cayó de las manos y fue a parar debajo de un zapato (mío), y oí un ligero crag. Eran mis gafas, de las que se me saltó un cristal (y se me llevarán los complementos del mes).
¿Es o no peligroso el leer?
XDDDD
ResponderEliminarMe gustaría haberte visto, te imagino como a aquel famoso inspector con todos sus gadgets desplegados ¿os acordais
Siento que tengas que utilizar tus complementos en unas gafas y no en más libros para poder seguir leyendo por la calle en días lluviosos y pisar tus gafas y.... ¡oh! ten cuidado, realmente para tí la lectura resulta una práctica de riesgo XDDD
va a ser que es como el muérdago, que merece un beso bajo sus palabras...
ResponderEliminarSerá eso, Bipo.
ResponderEliminarEl muérdago está ahora todo florido.
El beso debajo del muérdago
ResponderEliminarEl muérdago se utilizaba con profusión en las festividades asociadas al final del año celta, hacia el 1 de noviembre, y del solsticio de invierno. Con la aparición del cristianismo, entre el pueblo, siguió siendo considerado un buen augurio para sus poseedores, siempre que se hubiera cortado con la debida reverencia, pero su fuerte simbología pagana hizo que cayera en desuso, salvo en lo que se refiere a la tradición "romántica". Ya en la antigüedad, se consideraba que besarse debajo de un árbol con muérdago hacía durar el amor o incluso podía iniciarlo. Ése es el significado de la costumbre actual de besar a la pareja debajo del muérdago (colgado normalmente del dintel de una puerta o del techo, a falta de un roble o una encina): se supone que hace perdurar el amor.
Supongo que la lectura tiene el riesgo que cada uno quiera, no?? sino la tal Ginebra no se habría puesto a leer con Lancelot, porque en el fondo deseaba que éste la besara, eso a mi entender. Como se suele decir, el que juega con fuego acaba quemándose.
ResponderEliminarComo dice Lady yo soy de las que prefiere leer sola y luego comentarlo con otros que también hayan leido la obra, con o sin café, me es igual ;)
hay que seguir leyendo
ResponderEliminarPues si, leí con mi Lancelot y leí arriesgando, como debe ser.
ResponderEliminarY pobre del que no arriesgue en la vida, que aburrimiento ¿no?
Pero no Nadia, no, no siempre acabas quemándote cuando lo que se busca es la belleza y en la lectura y en los versos hay mucha belleza, aunque en este caso, Lancelot-Ginebra, exista el riesgo.
Ciertamente hay un peligro si la trasgresión va contra algo exterior al lector.
ResponderEliminarTambién se podría hablar del peligro de atentar contra el universo de ideas y valores internos del propio individuo. Al leer no estamos seguros de comulgar con lo que nos trasmite una lectura. Puede ser que lo rechacemos, o ignoremos seguros de nuestro criterio, o que nos dejemos, queriéndolo o no, impregnar.
Ginebra, cuando hice mi comentario me refería a la Ginebra de Lancelot, no a tí y claro que está bien arriesgar, pero sabiendo a lo que nos arriesgamos, no??? porque aunque hay veces que lo prohibido nos llama mucho, puede tener unas consecuencias de las que luego nos arrepintamos, bueno igual es que soy muy sosa, no sé.
ResponderEliminarque polémicas mas tontas od habeís montado, de 1º de EGB, desde que no está la mafi como que ésto no es lo mismo, sois unas sosas, y por favor dejad de atacar a la gente.
ResponderEliminarOs creeis el ombligo del mundo y de verdad que no lo sois.