Ya sé que tocaba la segunda parte de las magdalenas, pero estando tan cerca la fiesta del amor, he pensado que una magdalena es igual de sexy que una braga de cuello vuelto y he optado por algo más glamouroso. Y afrodisíaco, ya que supuestamente si comes chocolate negro corres el riesgo de ponerte como una moto.
Te apetezca mambo o no después de ingerir las apetitosas trufas de chocolate heladas que proponemos, la verdad es que están muy buenas. Son muy sencillas (muérete pastelería fina Juarreño) y su secreto reside en utilizar ingredientes de alta calidad, principalmente chocolate negro al 70 %, chocolate con leche y nata no de la oferta. Además, se puede añadir un gran abanico de frutos secos, licores, arroz inflado y rebozar en cacao, fideos de colores o cobertura de chocolate blanco. Yo las hago como sigue:
Ingredientes: 150 gr de chocolate negro Valor de cobertura, 150 gr de chocolate con leche Nestlé, medio brick de nata de los pequeños Pascual, 2 yemas de huevo. Avellanas para añadir y fideos de chocolate también Valor para rebozar.
Se funde todo el chocolate al baño maría, cuidando que no queden grumos. Añadimos la nata, removiendo hasta quedar una pasta ligera. El efecto nata producirá un pegote al principio, no asustarse. Añadimos a la mezcla anterior dos yemas de huevo y mezclamos con energía. Ya tenemos la pasta base. Cogemos un puñadito de avellanas y las machacamos con lo que tengamos más a mano: martillo, mortero, zapatilla de andar por casa... El polvito con trocitos resultante lo unimos a la pasta base. Sólo queda dejar enfriar a temperatura ambiente (cosa no muy difícil en esta época del año) hasta que se moldee correctamente.
Por último hacemos la forma típica de albondiguillas a mano y rebozamos en fideos de chocolate. Guardar en el congelador por lo menos una tarde hasta que estén duritas.
Por raro que pueda parecer, tanto chocolate no empalaga. Al estar heladas, conviene sacarlas del congelador diez minutos antes de consumir para evitar denteras. No van a estar heladas por dentro debido a la cantidad de nata usada. La receta original aconsejaba 6 cucharadas soperas únicamente y quedaban algo peñasco.
Ya para terminar, confesar que esta semana he tenido un desengaño culinario con una caprichosa receta de magdalenas que colgaré en la siguiente edición de este humilde recetario. Para recetas y anécdotas curiosas relacionadas con la cocina diplomática, recomiendo encarecidamente un libro sorprendente de Carmen y Gervasio Posadas: Hoy caviar, mañana sardinas.
Y pasado, regálate unas trufas por San Valentín ;)
Imagen del libro sacada de: www.libreriaelarboldelasletras.es
Ingredientes: 150 gr de chocolate negro Valor de cobertura, 150 gr de chocolate con leche Nestlé, medio brick de nata de los pequeños Pascual, 2 yemas de huevo. Avellanas para añadir y fideos de chocolate también Valor para rebozar.
Se funde todo el chocolate al baño maría, cuidando que no queden grumos. Añadimos la nata, removiendo hasta quedar una pasta ligera. El efecto nata producirá un pegote al principio, no asustarse. Añadimos a la mezcla anterior dos yemas de huevo y mezclamos con energía. Ya tenemos la pasta base. Cogemos un puñadito de avellanas y las machacamos con lo que tengamos más a mano: martillo, mortero, zapatilla de andar por casa... El polvito con trocitos resultante lo unimos a la pasta base. Sólo queda dejar enfriar a temperatura ambiente (cosa no muy difícil en esta época del año) hasta que se moldee correctamente.
Por último hacemos la forma típica de albondiguillas a mano y rebozamos en fideos de chocolate. Guardar en el congelador por lo menos una tarde hasta que estén duritas.
Por raro que pueda parecer, tanto chocolate no empalaga. Al estar heladas, conviene sacarlas del congelador diez minutos antes de consumir para evitar denteras. No van a estar heladas por dentro debido a la cantidad de nata usada. La receta original aconsejaba 6 cucharadas soperas únicamente y quedaban algo peñasco.
Ya para terminar, confesar que esta semana he tenido un desengaño culinario con una caprichosa receta de magdalenas que colgaré en la siguiente edición de este humilde recetario. Para recetas y anécdotas curiosas relacionadas con la cocina diplomática, recomiendo encarecidamente un libro sorprendente de Carmen y Gervasio Posadas: Hoy caviar, mañana sardinas.
Y pasado, regálate unas trufas por San Valentín ;)
Imagen del libro sacada de: www.libreriaelarboldelasletras.es
trufas...
ResponderEliminarqué ricas!!!! qué buenas!!! el toque zapatilla tiene que ser el necesario y definitivo para que queden perfectas, jua,jua... XDD
ResponderEliminarLo malo es la operación bañador de cuello alto y media pierna... esta congregación no va a llegar al verano con "buen cuerpo", ji,ji... XDD
esta congregación no va a llegar al verano con "buen cuerpo", ji,ji... XDD
ResponderEliminarSi de aquí al verano nos vamos administrando las recetas de la hermana dual vamos a llegar con un cuerpo sssstupendísimo (y si no que nos quiten lo bailao).
Y tanto, se nos va a ver a kilómetros... será por carne...
ResponderEliminarAcudiremos de nuevo a aquello de: de lejos todas están buenas... XDDDDD
¡¡¡vivan las trufas!!!! a comerlas por kilos XDD
Cada vez que leo las entradas de Dual 2, se me mete en la cabeza la receta y me paso la mañana salivando: lentejas, pollo asado, trufas... ¡Dioses! ¡que revuelto de enzimas! ¡Parezco Homer!
ResponderEliminarYo lo veo muy apropiado para San Valentín y para mí así que intentaré para hacer las suficientes para los dos. Contaré la experiencia, (a las malas congelo el engrudo)
ResponderEliminar¡Qué sería de la vida sin el chocolate!
ResponderEliminarOs animo a que toméis ejemplo de bipolar. Os juro que salen igualitas que en la foto, y que con la cantidad de 300 gramos salen bastantes más de una docena.
ResponderEliminarAunque no lo he indicado, una vez hechas se meten en moldecitos de papel para que no manchen la caja/tupper que meteremos en el congelador. Se conservan un mes en perfectas condiciones.
hmmmmmmmmmmmmmm, san valentín y san lo que sea, con estas trufas apetece celebrar san queremos todos los días.
ResponderEliminar