Se ha desatado (por fin) la caja de los vientos y anuncia amenazante la llegada del super libro electrónico que acabará con todos los formatos anteriores por su versatilidad, practicidad, y bla, bla, bla....
El invento está muy bien, un soporte nuevo para la lectura que promete no cansarnos los ojos, cuya batería dura mucho tiempo y su peso es reducido, permitiéndonos su transporte a cualquier lugar.
De gran cabida, puede contener miles de libros en su memoria, pero éstos son todavía aquellos libres de derechos de autor (hemos topado con la plasta de siempre y sus secuaces) y aquí comienza la lucha.
Google va a permitir descargar libros actuales económicos, para el pc, para el ebook, para el móvil... y las editoriales están ya poniéndose las pilas (esperamos), porque yo no pienso comprarme el cacharrito este todavía ya que vale 200€ si nadie me asegura el acceso a literatura actual, ensayos... a un precio razonable.
Mientras todo se define, a esperar, a que baje el precio que lo hará, a que sea posible descargarse obras a un coste auténticamente real (más dinero para el autor menos para los intermediarios) y en la biblioteca un tanto de lo mismo, si se llegase a popularizar su uso (habrá que verlo) no es descartable que en las bibliotecas existan terminales para leer de forma electrónica y las descargas temporales de las obras en los libros electrónicos de uso particular se asemejen a los préstamos actuales, durante 21 días usted podrá hacer uso del documento digital concluido el cual, ¡puf! desaparecerá. (como las versiones de prueba de los programas), los periódicos no llegarán en papel, si no directamente al nuevo papel digital que descargará el noticiario todas las mañanas a modo de elegante memorandum de tiempos pasados y como no todo se puede imponer a todos, recordemos que todavía la brecha digital es muy grande, seguiremos teniendo libros en papel reciclado para los insurrectos.
Psss!!! aviso a los blogueros.
Aquí va un adelanto que nos trae Lavela de lo que nos espera...
Los bibliotecarios somos modernos y estamos a la última ¿todavía lo dudáis?
En el video, que es casi presente más que futuro -algunas de esas maravillas tecnológicas ya existen-, me temo que falta la condición tocanarices del ser humano: los bordes, los jefes estrasantes, los políticos corruptos, los que tuercen las voluntades con fines de alcanzar poder o dinero...
ResponderEliminarSi la tecnología puede acabar con esto, es que es más humana que nosotros. Tengamos esperanza.
Si hay que subirse al tren se sube, pero a mi es que el papelito me parece tan tierno...
ResponderEliminarCada uno tiene sus cosas buenas y malas como todo, no???, la tecnología nos ha facilitado la vida, pero también ha eliminado puestos de trabajo.
ResponderEliminarPor otra parte no podemos olvidar a los analfabetos digitales, bien por falta de recursos o porque no han querido aprender, el caso es que a esos también hay que mantenerlos informados, así que tenemos mucho trabajo por delante.
He comenzado a ver el vídeo por tres veces y no he conseguido terminarlo.
ResponderEliminarLa información como fuente de energía.
¡Cómo añoro las tabernas! Aquellas que había en Vigo, en la zona baja del puerto, donde tomabas unas cuncan de ribeiro con algunos percebes. (Ya solo han quedado los segundos.)
Pues te advierto que este verano he estado en alguna calita asturiana con chiringuito tabernero que ofrecían un cucurucho de percebes y una botella de sidriña por 20€ ¡genial!... SEMOS ANALÓGICOS pero con un puntito virtual muy eficaz y elegante... XDDDD
ResponderEliminar