No es necesario madrugar (si se está cerca) para visitarlo. El rocío se diluye bien entrada la mañana y conviene que el sol suba lo suficiente para iluminar la hierba y las telarañas suspendidas de los matorrales. Acceder desde arriba –la ciudad– a la arboleda o hacerlo desde la pasarela que viene de San Polo, es indiferente. Por los dos caminos nos sumiremos en una alameda amable de hojas temblonas, surcada por numerosas veredas que podemos pasear a placer, salpicado el suelo de hojas caídas. De tanto en tanto, hallaremos hileras de elegantes chopos negros, las ramas bien ceñidas al cuerpo. Caminando con la corriente, en la otra orilla, aparecerán los álamos de la ladera de San Saturio.
Las antiguas aceñas mantienen las cascadas, extendiendo el rumor del agua por todo el recorrido. Varios rincones permiten recogerse junto al cauce. En alguno de ellos podemos sentarnos en el embarcadero y allí, con los pies en un muelle balanceo, invocar al sexto sentido: a la izquierda queda el Urbión, en donde nace esta agua; a la derecha, los campos de Castilla y el océano.
¿Navegamos? Dos kilómetros de belleza amarilla para esta mañana de octubre.
[Sólo tendremos que tener la fortuna de que no circule por allí alguna de las ruidosas máquinas con las que el Ayuntamiento manda recoger las hojas.]
¡Qué bonito y rebonito! entiendo a la perfección a los eremitas y a la vida contemplativa al estar rodeados de lo más bello de lo bello, del no ruido a la melodia de la paciente paz, de los susurros que bien dicen de lo bien hecho.... en una palabra más mal sonante ¡¡¡BESTIAL!!! :)
ResponderEliminarEsta vez si que nos has llevado de viaje, yuhuuuuuuuuuu, yo creo que sólo con leerlo es como si me hubiera dado el paseo de la mañana.
ResponderEliminarNunca me ha gustado el otoño porque hay que guardar las sandalias y sacar la cazadora pero este año con el buen tiempo estoy disfrutando más los colores.
Me ha encantado el paseo que nos has dado por ese bello paisaje, estoy con Mafi en que el silencio es una bendición, ay!! cuanto lo echo de menos muchas tardes en la biblioteca
ResponderEliminarBuenos días, Burgostecarios:
ResponderEliminar¡Qué maravilla de fotos!. Creí que era Burgos.
Me he apuntado al paseo, y voy despacio, detrás del niño del chándal, que ha pasado como una exhalación.
Saludos. Gelu
Es de los pocos lugares en los que, este año, se mantiene el otoño tal cual. Nada de hojas lacias que se caen de pena. No, amarillos fuertes.
ResponderEliminarSerá el agua del Duero. Será Soria...
amigos he pasado una mala pasada , un anonimo en mi blog de un CRA para los CRA me ha dejado un mensaje no muy agradable!!!! le ha molestado mi polera ridicula y mi entusiamos por mi profesión!!! sera un usuario enfadado???? jajajaja, trato de reirme del asunto... en esto casos que puedo hacer, borro el mensaje o lo dejo para que se e cuenta que no me importa??? un besote grande a todos
ResponderEliminarSeguro que algún Dios tuvo la necesidad de pintar y ahí quedó el resultado de su obra.
ResponderEliminarPrecioso. Que ganas tengo de volver a pasear por vuestra tierra.
http://pinticominacuentacuentos.blogspot.com/
Bibliotekaroooo!!! el blog es tu casa y la de todos los que quieran con buena intención entrar, el que entra insultando, atacando, amenazando no es nunca bienvenido, ni se le contesta ni nada, se le elimina y punto. ;)
ResponderEliminarBibliotekaro poco más te puedo decir que no te haya contestado Mafi, ya sabes a nadie se obliga a entrar en un blog, así dale un toque al aspa, borrón y cuenta nueva.
ResponderEliminarUn beso para ti también.
muchas gracias!!! chicas besos para ustedes!!!
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