A principios de año, además
de felicitar los días, suelo visitar la sección noticias de la BibliotecaNacional, en la que publican el nombre de autoras/es cuyas obras pasan a
dominio público ‒en este caso, la de quienes fallecieron en 1937‒, las cuales
van digitalizando a texto completo y colgándolas en la valiosa BibliotecaDigital Hispánica. Siempre hay sorpresas abundantes, para las inquietudes de
cada cual y para los descubrimientos. El pasado año fue especialmente copioso (aunque
no diríamos espléndido), pues coincidía con quienes murieron en circunstancias
trágicas en el inicio de la guerra civil. Volviendo al año presente, tenemos
desde Joaquín Adán (1892-1937) a Arturo Vinardell (1852-1937), pasando por
militares, sindicalistas, cervantistas, geógrafos, novelistas o humoristas.
Y estando en estas lides,
cae en mis manos el libro SGAE. El
monopolio en decadencia (2017, que da acceso al formato digital en consonni.org/ebook),
de Ainara LeGardon (1976) y David García Arístegui (1974), un valioso relato de
cómo se cocinan los derechos de autoría, principalmente los relacionados con la
creación e interpretación musical, narrado por dos personas que pertenecen a
esta entidad que llega a gestionar más del 70% de los derechos de propiedad
intelectual que se genera en España. Una cronología final remonta los orígenes
de esta sociedad a 1899, cuando nace la Sociedad de Autores Españoles, que
tomará el nombre de SGAE en 1932 al federar cinco sociedades existentes. No
quedan fuera las creadas para ser competidoras, tal DAMA, para medios
audiovisuales, que puede tomarse como alternativa.
Se agradecen las
ilustraciones que encontramos en sus páginas, muestra del trabajo de
documentación que ha conllevado su escritura. Así (pág. 122), la del vinilo que
la propia SGAE publicó en el cincuentenario ‒1982‒, con el eslogan «Solo el
canto del gallo no paga derechos». O (pág. 70) el detalle de la servilleta en
la que Carlos Torero le dibujó a la autora en un bar de Malasaña en 1997 el
funcionamiento del mundo editorial musical.
Y no quedan fuera las
fórmulas recientes de ¡gestión! de autorías, tal Content ID, en manos de los (casi)todopoderosos
Google y Youtbe.
[La ilustración primera es
una imagen de David y Ainara, de Rafa Rodrigo, que Josuene incorpora a la obra.
La segunda de El gallo de Miligallo,
del cuento de Antonio de Benito].
[Salud. A la espera de que
la Vida gestione los derechos de quienes gobiernan la res publica].
Interesante el libro y los derechos de autor que muchas veces no se tienen en cuenta, pero no sé si el problema ha sido la propia SGAE.
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad que leyendo el libro, Conxita, se esclarecen algunos extremos. Parece que la solución sería refundar la sociedad (según esta obra).
EliminarAbrazos.
Conozco el libro sobre la SGAE. Muy apropiado.
ResponderEliminarDe lo que comentas sobre la Biblioteca Nacional, no tenía ni idea, por lo que lo agradezco.
Saludos.
Gracias, Anónimo. Espero que sea útil la visita a la Nacionl.
EliminarSaludos.
Nunca he entrado en la Biblioteca Nacional Hispánica Ignacio así que dedicaré un espacio de mi tiempo para hacerlo. Gracias por tu aportación que preveo es una joya.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
Seguro que lo disfrutas, Espíritu sin Nombre, y encuentras afinidades.
EliminarAbrazos
Un tema que debería interesarme pero al que nunca he prestado atención, quizás me ponga ahora con tu ayuda.
ResponderEliminarQue la vida nos depare buenos momentos :)
Un abrazo.
Siempre hay suntos que dejamos para otra ocasión, que no suele llegar.
EliminarEso, chica, que nos depare buenos momentos.
Un abrazo.
Suele haber asuntos que dejamos para ocasiones más propicias, que... no llegan.
EliminarEso, que la vida nos reserve esos momentos.
Abrazos