sábado, 19 de octubre de 2013

Compromiso. Dime con sinceridad...

No tengo la completa seguridad de que seamos esa mezcla de cómo nos vemos nosotros y de cómo los demás nos ven. A veces atribuimos a otras personas virtualidades que no poseen. Al menos eso ocurre hacia mí cuando alguien conocido me pasa el reciente libro que ha escrito y me dice quiero que lo leas y que me des tu opinión; pero, sobre todo, que sea sincera, ¿¡eh!? ¡Buf!, la vista se me nubla un tanto y alargo la mano algo temblorosa, aceptando el volumen que me ofrece sonriente, temiendo que pueda caérseme y rogando a los cielos que no sea de poesía.
¿Qué te está pareciendo? ¡Es increíble que con esa persona los días transcurran tan rápidos! ¡Bien, bien! ¡A ver si quedamos a tomar un café y me dices! ¡Ya, ya. Tiene fuerza expresiva, tiene fuerza expresiva! Y no sé bien qué hacer durante una temporada, entrando con precaución a los sitios que nos son comunes, mirando antes por los cristales de las cafeterías… Al final, me decido -porque deseo volver a tener agradables despertares- y quedamos y le suelo decir lo que me parece y… tengo una amistad (o conocencia) menos.
Y es que, a la hora de prestar mi opinión me rijo por (si el texto susodicho atiende) aquella indicación de Juan Ramón Jiménez: Tú me llevas, conciencia plena, deseante dios, / por todo el mundo.
Además de lo que escribe Borges en La cifra (1981):
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
No importa mi ventura o mi desventura.
Soy el poeta.
¡Todo por la manía de escribir!

 [Las ilustraciones son Safo y Erinna, de Samuel Solomon (1880). Y Libro nido para la lectura, de Mark Reigelman].

2 comentarios:

  1. El hecho de que le interese tu opinión, es que te considera un hombre culto, honesto y con criterio propio. Quédate con eso y cumple con él lo mejor que puedas. No le critiques gran cosa, solo algún apunte como: describe más un personaje, pon más diálogos... algo así. Si se la pones mal y le hundes, por mucho que parezca encajarlo no te perdonará nunca.
    * Me gusta leer de un poema suelto, pero me "abruman" los libros de poesía.
    * Sí lo de escribir es una adicción, pero para disfrutar haciéndolo creo que hay que tener claras nuestras limitaciones y contar con pocas expectativas. Vaya, bajarse del guindo lo antes posible y no agotar ni abusar de los amigos.
    Un beso

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  2. Gracias, Mere. Muy acertadas tus indicaciones. Mejor no hundir a nadie ni saber que no te perdonan. Las tendré en cuenta.

    Besos.

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