Hay veces que es mejor callarse, porque si habla una no queda ni bien, ni fina, ni nada y si encima está trabajando en un servicio público pues no es plan.
Llega una señora en busca de dos libros. Como todos los terminales de consulta del catálogo están ocupados, en contra de mi costumbre (lo del pez y enseñar a pescar), se los busco y le apunto las signaturas con la misma disposición que tienen en el tejuelo para que le resulte más fácil la búsqueda.
Le explico que los libros están ordenados alfabéticamente, la "A" está allí al fondo, tal y cual... Me mira un poco como si eso de "alfabéticamente" estuviera relacionado con algún saber oculto y mistérico, así que decido acompañarla por las estanterías.
Los títulos que buscaba ya me lo habían hecho sospechar, pero ella misma me confirma que los libros son "para un chaval", que no tiene ni un minuto para venir en las doce horas que abrimos de lunes a viernes y cuatro y media los sábados, pienso para mis adentros.
Uno de los libros es una obra de teatro del Siglo de Oro. Tenemos dos ejemplares, uno de Castalia y otro de Cátedra. Me pregunta que cuál se lleva. Ambos son dos buenas ediciones, el que quiera usted. "Es que es para un chaval...". Bueno, podemos mirar a ver si hay alguno en la sección juvenil. Aquí, uno de Anaya, tiene ilustraciones, tampoco es una mala opción. Y ahora viene cuando la matan, como dicen en mi pueblo: "Es que, esto, para los chavales, menudo rollo". Bibliotecaria muda, según vamos saliendo masculla otra vez que hacerles leer esto a los chicos tan pronto, que vaya tostón.
Durante un milisegundo pienso en alguna contestación retorcida y con mala idea acerca de cuál sería, a su entender, la edad adecuada para leer la citada obra, o en preguntarle si consideraría más apropiadas a la edad del adolescente las aventuras de los telechurries.
Pero decido callarme, que estoy más guapa.
Pues razón no le falta a la pobre mujer ¡mira que criar un hijo con tanto esfuerzo para que luego vengan unos desalmados y le impongan la tortura de leer a los cásicos! nada, nada, eso habría que dejarlo para los chavales que se entreguen a prácticas delictivas juveniles,y les imponga el juez Calatayud la "pena" de leer el Lazarillo, o lo que es peor: La Celestina
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Vamos a ver... Si la pobre criaturita tiene "al tío de la vara y al capitán Fanegas" como sus super héroes ¿qué espera usted que lea? manda a su pobre madre que no se acerca a los ordenadores porque son máquinas infernales mientras él ha quedado con los amigos en el messenger... "anda mama traéme estos libros de la biblioteca no se te ocurra comprarlos y vete pronto que estoy ocupado"...
ResponderEliminarPues ayer me encontré un caso mejor, la mamá con la niña buscando un ejemplar de un libro que le habían mandado leer, "ninguno tiene así por detrás el resumen de lo que trata" º[º? "no hay otra manera de saberlo?"
ResponderEliminarRESPUESTA: Hombre, sí, leyendo el libro...
Y si el tío la vara acudiera a mi llamada (ante alguien que husmea en el carro, o que habla por el móvil) sería también mi héroe XD
Ayer tuve a un grupo de 20 chavales de 9 años cuyos libros de cabecera eran Robinson Crusoe y las Mil y una noches. Por supuesto que también habían probado Eragorn o colecciones del tipo Todos mis monstruos (símil de la colección Pesadillas de antaño). Lo uno no quita a lo otro.
ResponderEliminarY no les vi morirse de vergüenza por declarar que dentro de sus gustos estaban los clásicos adaptados. Los "chavales" mayores tienen mucho que aprender...
No te digo si encima hubiera tenido que pagar por ese libro. Vamos, dinero tirado.
ResponderEliminarPues deberíamos empezar a echar la culpa a las madres.
ResponderEliminarPues deberíamos empezar a echar la culpa a las madres
ResponderEliminarEliminando el contexto sexista o de género... pues si...
Yo he tenido un día a una madre "pija" donde las haya con bolso de Dior, a por un libro desde la otra punta de la ciudad, con un cabreo monumental porque quería que se le prestara un libro para su hijo y justo coincidió con los días que absys no funcionaba.... jua,jua... "porque lo necesito ya! que mi hijo tiene que hacer el trabajo para mañana"... vale, vale y hace cuanto le dijeron a su hijo que lo leyera??? ¿un mes? ¿y dónde está su hijo para explicarme por qué necesita el libro?
Fallo 1: malos modales, mucho Dior y poca educación.
Fallo 2: viene ella no el vástago
Fallo 3: Absys no funcionaba, pero ese fallo era el que tenía mejor solución.... XDDDDDD
Pues deberíamos empezar a echar la culpa a las madres.
ResponderEliminarPues en estos casos sí. Alguna vez he contado que de pequeña me fastidiaba ver que los compañeros, a la hora de elegir un libro, buscaban "que no sea gordo"; ahora con sus hijos repiten el esquema.
Y hay de todo, claro que sí, pero los del Crusoe, desgraciadamente, suelen ser los menos :(
¡Yo quiero trabajar en una biblioteca municipal! Por aquí no ocurren esas cosas maravillosas. La sal del pueblo.
ResponderEliminar(Además, con bibliotecarias tan discretas.)
¡Yo quiero trabajar en una biblioteca municipal!
ResponderEliminarLavela, ¡cuidado! que estás tocando un tema peliagudo... ¿seguro? y tener un grupo inferior de categoria laboral sólo porque la gestión de personal del ayuntamiento nos equipara con los auxiliares administrativos porque no sabe la diferencia?????
Cada vez estoy más convencida los niños son copias exactas de sus padres,es lo que ven... y lo que consideran normal.
ResponderEliminarTan malo es criticar al profesor y a sus recomendaciones como empeñarse en llevarle un trabajo perfecto del que el niño sólo ha participado en el título, el resto lo ha copiado mamá/papá textualmente de Internet o de alguna enciclopedia (esto en el mejor de los casos).
Y si el tío la vara acudiera a mi llamada (ante alguien que husmea en el carro, o que habla por el móvil) sería también mi héroe
Jo y el mío, hasta me podría un póster en la cabecera de la cama, fíjese usted.
¡Yo quiero trabajar en una biblioteca municipal!
ResponderEliminarRecuerda que esto tiene sus pros y sus contras, buenos ratos haberlos hailos, pero lo de trabajar los sábados por la "face", no me lo había encontrado yo ni en los trabajos de verano cuando era estudiante.
La sal del pueblo.
ResponderEliminarY la vinagre, lavela, la vinagre XDD
Yo quiero trabajar en una biblioteca municipal!
Y yo que usted trabaje con nosotras!, estaría bien ;D
En tiempos de padres que compran con fruición las aventuras de un juego para consola, en el que en un breve lapso de tiempo el chaval ha matado mil congéneres para salvar a la humanidad de los zombis; la reacción de la madre se entiende perfectamente y desgraciadamente. Algo están haciendo mal en la society los propios progenitóres.
ResponderEliminar-progenitores- SORRY
ResponderEliminaro de trabajar los sábados por la "face"
ResponderEliminarEste es un mal endémico de las bibliotecas municipales, además del de estar en un grupo inferior al de las labores que realizas y, por tanto, cobrar menos, hacer el trabajo de los nosecuántos que debería haber en plantilla, etc...
No sé si es muy recomendable este destino laboral... los buenos ratos sólo los pasas con los usuarios y compañeros, con los responsables municipales sólo te encuentras sinsabores :(
Olé esa Grine!!!! esto es un mal endémico en la administración municipal... ¿por qué será? yo tengo una ligera idea.... :|
ResponderEliminar¡Vaya con D. Pedro ! ¿Y esa vena machista?
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con algunos de los comentaristas, y por tanto, radicalmente en contra de la tesis que se defiende de forma torticera en el post.
ResponderEliminarVamos a ver, si los adolescentes tienen que leer a los clásicos -incluso sin dibujos ni fotos- ¿quien les protegerá de las depresiones que ese ingente esfuerzo puede provocarles?
¡Dios mio! ¡Ser Supremo mio! Podríamos incluso caer en el error de permitirles pensar por su cuenta. No, no y mil veces no.
Yo soy de los que piensan que con la Play y una tele con docenas de canales les tenemos satisfechos y evitamos esos terribles riesgos que provocan los libros.
P.S. Lo de la depresión por leer no es idea original mía, ya me gustaría. La he robado de la última columa de A. P. Reverte en el XL SEMANAL, que a su vez se la apropia de un amigo ;-)
Este es un mal endémico de las bibliotecas municipales, además del de estar en un grupo inferior al de las labores que realizas y, por tanto, cobrar menos, hacer el trabajo de los nosecuántos que debería haber en plantilla
ResponderEliminarDesgraciadamente así es Grine, pero haciendo pequeñas investigaciones he podido comprobar que cada vez somos menos los que regalamos los sábados.
En fin verde verde que es el color de la esperanza.
supongo que la culpa está en los padres, pero también es responsabilidad nuestra el fomento de la lectura no??, está claro que eso de los clásicos a veces tira para atrás porque creemos que lo último siempre es mejor, cuando no suele ser así
ResponderEliminarLo de los males endémicos de la administración lo veo chungo, chungo, me parece que por mucho que queramos nosotros cambiarlo como no estén por la labor no hay na que hacer
Lavela, si quieres te cambio el puesto unos días para que se te pase el ranchillo, como dicen en mi pueblo, XDDDD
Está claro, entonces, hoy quien son los malos malísimos además de Campillo que lee a Reverte... jua,jua... que NOOOOOO que es una broma... XDDDDD
ResponderEliminarLamento no haber podido estar más tiempo ayer. Me parece bien esa idea, Nadia, de cambiar el puesto por unos días.
ResponderEliminarSobre lo problemas de la lectura en la infancia y adolescencia, es fácil que se cumpla la teoría del veinte por ciento. Es decir, al ochenta por ciento del personal no les interesan estas cosas raras. (Lo gordo es que en las encuestas se dice que son felices.)
Podríamos incluso caer en el error de permitirles pensar por su cuenta. No, no y mil veces no.
ResponderEliminarSería terrible!
Hay un capítulo de los Simpsons en el que, ante una frase de Lisa en el comedor del colegio, aparece una alarma en el despacho del director de "Cuidado, pensamiento independiente" XD
(Lo gordo es que en las encuestas se dice que son felices.)
ResponderEliminarDependerá entonces de lo que entiendan por felicidad los que hacen las encuestas y los que las contestan ;D