domingo, 9 de mayo de 2010

Editoriales. Autoras/es. Y el asesinato

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Hoy nos hemos encontrado con varias noticias, con varias posibilidades de elaborar la anotación de la bitácora. Por ello, intentaremos una entrada múltiple. Primero, las editoriales y, entre ellas, una apenas conocida: Veintisiete letras; animada por María Moreno y Viviana Paletta, cuenta con dos años de existencia, en los que se ha propuesto difundir la literatura hispanoamericana. Todo ello a un ritmo pausado, que permita elegir bien lo que se edita; de ahí que lleven un total de 24 libros publicados en todo este tiempo. Nada que ver con la vorágine de las grandes editoriales que inundan cada día las librerías de títulos nuevos.
Uno de los libros que ha visto la luz en esta editorial es Cuentos completos, de Rodolfo Walsh; autor argentino, del que García Márquez afirmaba que había escrito algunos de los cuentos policíacos más significativos de nuestro tiempo. Y es que esta editorial pretende publicar literatura clásica en narrativa, poesía y ensayo –las tres colecciones que tiene por ahora–, textos que queden en nuestras estanterías como obras perennes. Un empeño que tienen muchas de las editoriales que no quieren someterse al dictado del mercado, aunque haya pocas que logren subsistir sin hacer algunas concesiones. Les deseamos suerte.
Rodolfo Walsh (1927-1977), escritor, periodista, traductor… intentó resolver el conflicto entre intelecto y acción, participando intensamente de la ficción y del compromiso revolucionario. En marzo de 1977, un pelotón especializado lo emboscó en las calles de Buenos Aires para prenderlo. Walsh, militante revolucionario, se resistió, hirió y fue herido a su vez de muerte. Su cuerpo nunca apareció.
[La fotografía es de Ricardo Torres, en el artículo de la revista Leer, 212]

jueves, 6 de mayo de 2010

Europa en papel ¡Qué delicia!

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Así lleva por título una de las exposiciones que están en curso en la Biblioteca Nacional, en Madrid, en la Sala Hipóstila (o de las columnas). Dejando a un lado las connotaciones políticas que conlleva un evento como el presente (hacia las cuales cada vez nos sentimos con menos atracción), hemos de reconocer que los documentos presentados son de gran calidad.
Se trata de la formación de Europa, así que comienza en la Europa medieval, en cuya sección podemos admirar el Beato de Liébana (siglo XI, 1047) y otros manuscritos deliciosos. Pasa después a la Europa moderna y nos sorprendemos allí con Cabeza de muchacha, de Velásquez (hacia 1620), o los dibujos de Rembrandt; por supuesto, nos detenemos en libros como la edición de La Odisea, de Homero (Florencia, 1488). Termina con la Europa contemporánea, donde están las obras de Darwin o Dios y el Estado, de Bakunin, en la edición de 1900 por Biblioteca de La Revista Blanca; además de textos e ilustraciones sobre sufragismo y abolicionismo; junto a partituras, como Don Giovanni de Mozart, impresa hacia 1801, o el Concierto para piano y orquesta, compuesto por Beethoven para el Archiduque de Austria en 1811. Todo ello sazonado con una interesante serie de mapas.
Solo hay que elevar una queja, en estas exposiciones, hacia la combinación de la tenue luz (a que obliga la conservación de lo expuesto) con una letra diminuta en las fichas explicativas de cada documento.

domingo, 2 de mayo de 2010

La ceguera, el paraíso perdido, las despedidas

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John Milton (1608-1674) era trabajador, poco flexible, por lo que no disponía de las cualidades por las que una persona es tratable y, en su momento, amable, dada a que la amen. Hablaba y leía con soltura en hebreo, griego y latín, ya desde la juventud, además de desenvolverse sin cuidado en otras lenguas modernas. Hombre de conciencia, tomó partido por la fracción puritana, aquella que defendía al parlamento frente al rey y a la Iglesia. El latín era entonces la lengua internacional en Europa, por lo que Milton desempeñó la secretaría latina en este movimiento, la secretaría de prensa.

No le salió gratis: lo pagó con la vista. A los cuarenta y cuatro años quedó ciego. Él, que en la palabra escrita cifraba parte de su vida. Perdida la causa puritana, salvó la vida por una gracia. Entonces concibió lo que años después sería el poema épico inglés por excelencia: El Paraíso perdido. La forma en que el hombre y la mujer perdieron la inocencia. Con cerca de sesenta años, se levantaba a las cuatro de la madrugada y, mentalmente, daba forma a un centenar de versos. Después, quedaba a expensas de que alguno de los sobrinos tomara nota de lo que Milton le dictaba. –¿Cómo no estremecernos un poco ante la impaciencia de este hombre?–. Y así se compuso una magna obra (dividida en doce libros), en la que el diablo resulta más convincente que la figura divina que viene a salvar el mundo (W. Blake dirá que Milton es «del bando del Diablo sin saberlo»). No es sencillo leer los versos, pero es una historia la de Adán y Eva que cautiva: Adán está tan pendiente de Eva, que ésta le pide un respiro, el cual aprovecha el Diablo para ofrecerle la manzana del Conocimiento; Eva se la pasa a Adán y éste la muerde sabbiendo que perderá el Paraíso, pero no tiene más remedio: sin Eva no podría vivir. Milton los despide del Edén:

Su llanto, natural, muy pronto fue enjugado.
El mundo todo ante ellos, podían elegir
su lugar de reposo, guiante Providencia;
asidos de la mano con paso incierto y lento
cruzaron el Edén por senda solitaria.

Pocas despedidas tan hermosas en la literatura. Y, como arte trascendente, no solo es de Adán y Eva, sino la despedida de toda pareja humana que desee vivir su aventura unida, pues para ello necesita dejar su mundo anterior atrás. De lo contrario, no funcionará el empeño o lo hará a medias.

[La fotografía es un capitel de Estíbaliz, por J. A. Olañeta]

viernes, 30 de abril de 2010

LA IMAGEN DE LA LECTURA

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Con este lema, la biblioteca municipal de Burgos ha organizado el primer concurso fotográfico relacionado con la lectura, con motivo del día del libro.

Las fotos ganadoras se pueden ver en esta dirección
http://www.aytoburgos.es/biblioteca/noticias-y-avisos/resolucion-del-concurso-de-fotografia-la-imagen-de-la-lectura

Para mí las más bonitas son:

Lectura con historia




No hay edad para leer un libro

Un lugar en la mirarda I


Enhorabuena a los premiados y que disfruten de los libros que adquieran con el premio.

Ojala esta iniciativa se repita más veces.

jueves, 29 de abril de 2010

La llegada de las hojas. Sitios, lugares, espacios públicos en línea

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Paseamos estos días por los parques y las orillas del río. Desde el fin de semana se han poblado los árboles de hojas, se ha cubierto el cielo más inmediato de verde. Nos gusta acercarnos de manera especial a un lugar de El Parral: a la rotonda de los tilos. Es un espacio aislado dentro del parque, escasamente visitado, a la vista y, sin embargo, alejado de las transitadas sendas. En apenas unas jornadas, se ha cubierto el suelo de verde, blanco, amarillo, morado…; los árboles que lo componen han llenado sus copas, han convertido en crómlech lo que hasta ahora era una alineación en círculo de menhires. Situarte en el centro, cerrar los ojos y transportarte es todo uno.
Atravesando a diario por este lugar, pensamos que en internet, en la realidad en línea, apenas existen espacios públicos como éste. Incluso los más utilizados, los que creemos más libres –facebukes, tuentis y todo eso–, son productos de una empresa en la que aceptamos sus servicios de tal forma que renunciamos a nuestros derechos de intimidad, de libertad de expresión y de propiedad intelectual; lugares de los que nos pueden arrojar en cualquier momento sin que nos podamos defender. Es como si estuviéramos en una urbanización privada, con escasas llaves repartidas para acceder a ella y ese «abstenerse de entrar todo persona ajena».

Pero no nos queda tiempo para las reflexiones. Tenemos que cumplimentar contraseñas, conceder permisos, elaborar entradas, ir de aquí para allá en un constante trasiego, contestar, intervenir… Será verdad aquella afirmación de Étienne de la Boétie (1530-1563), en la que sostenía que personas y pueblos vivimos en la servidumbre voluntaria.

lunes, 26 de abril de 2010

Memoria, ciudades e imprescindibles

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Las ciudades conforman a la gente que las habita(mos), pero hay personas que infunden sabia a las ciudades en las que viven. Hace apenas cinco meses –regalo de solsticio de invierno– vio la luz el libro Burgos. Memoria de una ciudad (Burgos, Autor, 2009, impreso en Aldecoa), que incorpora colorista cubierta de Néstor Pavón, con algo más de trescientas cincuenta páginas en las que se pasea por los trece siglos de historia de la Ciudad del Arlanzón. Cada capítulo representa, sucesivamente, una época del burgo, en el que en primera persona habla de sí mismo, de cómo se expande o cómo se recoge, de cómo grita o de cómo calla, de cómo reniega o de cómo espera. Fundamentalmente, respira, porque la visión de su autor tiene el optimismo de los amaneceres. Es un libro de archivo, de biblioteca, no de pega; es decir, de innumerables horas de trabajo solitario, de redacción pausada, de contraste, de eliminación, de duda, de café, de cerrar los ojos demasiado tarde, de postergar compromisos, de caminar con él. Por si fuera poco, despliega citas y decires como si tal cosa, como si tomando un vino te deleitara con unos versos de Pessoa o un epigrama de Kundera -«¡En efecto, quien busque el infinito, que cierre los ojos!».

Y decíamos que hay personas que infunden sabia a las ciudades en las que viven. Una de ellas es el autor del libro que comentamos aquí: Fernando Ortega Barriuso. ¡Cuántas páginas anónimas llevan su impronta! ¡Cuánta gente de la que publica libros en Burgos tiene que agradecer sus colaboraciones en la sombra! ¡Cuántas actividades culturales! Es de las/os imprescindibles –aquellas/os a quienes se refería Bertolt Brecht–, de quienes empujan la rueda de la fortuna, de quienes construyen barricadas de agua, de quienes mantiene el rescoldo del fuego.

[Pueden leerse algunos otros libros de Fernado: Breve historia de la ciudad de Burgos, Burgos, la ciudad vivida (con Carlos de la Sierra), Diccionario de la cultura en Burgos, siglo XX, o La ciudad de Burgos durante el régimen de Franco]

jueves, 22 de abril de 2010

Releer. Pasan los días

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Hemos tenido ente manos en el club de lectura La Recolectora, durante estas semanas vacacionales, el libro de Carmen Martín Gaite Nubosidad variable. Es una delicia dejarse atrapar por su prosa, que despliega, con naturalidad, los acontecimientos que se suceden en un día cualquiera y las evocaciones y cavilaciones que tenemos, de modo que parece una actividad sencilla el escribir. (¿Por qué será que casi todo lo que resulta sencillo a los ojos de la gente, es algo que suele costar mucho el hacerlo?). Era un libro que habíamos leído hace más de quince años y se nota el paso del tiempo o, mejor dicho, de nuestro tiempo. Aunque la forma de narrar sigue pareciéndonos igual de sugerente, el argumento nos resulta algo más desfasado, inverosímil en buena medida; nos resulta menos creíble el que, a los cincuenta, dos amigas puedan reencontrarse treinta años después de haber tenido una separación por “amores” compartidos, y que su relación vuelva a ser el centro de su vida al igual que lo fue en la adolescencia.

En fin, tiempo aparte, sus páginas son una grata compañía.

«Las velas iza, en busca de mejores
aguas, la barquichuela de mi ingenio
que deja atrás aquel mar de temores…»
(Dante en el Purgatorio)

domingo, 18 de abril de 2010

Poesía. Versos con fuerza de amor

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Son varias las parejas que se han unido desde la lectura de unos versos. Algunas de ellas han llevado vida en común perdurable; otras, no tanto (pero ello es una historia que ahora no viene a cuento). Entre las primeras –las que han iniciado una relación de por vida–, se encuentra la de la poetisa chilena Winétt de Rokha (1894-1951) y el poeta, también chileno, Pablo de Rokha (1894-1968).
Winétt le envió a Pablo en 1915 su tercer libro de poemas, Lo que me dijo el silencio, que acababa de publicar con el seudónimo Juana Inés de la Cruz. Ella vivía en Santiago y él en Talca. Cuando leyó sus versos y vio la fotografía de la autora que incluía el poemario, le contestó prontamente: «La belleza de tus poemas / es la expresión de tu figura». Y no se contentó con ello, sino que se acercó a Santiago, averiguó dónde vivía y, sin más, se presentó a conocerla. Al año siguiente se casaron (como suele suceder, en contra del deseo de su padre, pues era hija de Indalecio Anabalón y Urzúa, y de Luisa Sanderson Mardones, condesa de Villa Umbría, siendo el pretendiente un mozo poeta de porvenir incierto).

Tuvieron cinco hijas y cuatro hijos, de los cuales Carmen y Tomás murieron tempranamente. Winétt recuerda a Carmen en uno de los poemas de Cantoral (1936): «Su llanto de árbol en tiniebla, / es encogido y amargo; / y su cuerpecito no pesa más que una golondrina […] Yerbas con olor a tierra húmeda / y a toronjil, / aroman su aliento de fantasma». Para Tomás también tiene palabras en Canción de Tomás, el ausente, «Voy a deshojar los innumerables pájaros / para tu navío de sombra». Ella siguió escribiendo.

Allá los corderos mudos,
sacrificados en el marco de la mañana;
allá los volcanes libres y los pensamientos,
los caracoles rubios besando las bocas
de la campanilla jugosas.

Fue una mujer comprometida con la sociedad. Los imponderables de los tiempos y los caprichos de las modas han hecho de Pablo de Rokha un poeta conocido en su tierra, mientras que a Winétt la han mantenido en el descuido, en una de esas claras manifestaciones de injusticia literaria. Algo que trata de enmendar María Inés Zaldívar en «Winétt de Rokha y la vanguardia en Chile», Anales de literatura chilena, núm. 6 (diciembre 2005).

[La anotación va dedicada a quien está recomponiendo su alma, a quien ha atravesado el charco y a quienes miramos].

jueves, 15 de abril de 2010

Si dispusiera de más tiempo, hubiera sido más breve

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Así termina una extensa carta apócrifa, la cual se cree escrita por Mark Twain (1835-1910), y ahora que se celebra en centenario de su muerte, no está de más recordarla. Y lo hacemos porque alude al arte de saber contar las historias en su esencia, a saber tutearse con la brevedad (que ya decía nuestro clásico aquello de «lo bueno, si breve, dos veces bueno»). Nos referimos a los microrrelatos, tan en boga hoy en día. Bueno, la verdad es que también hay quien opina que están de moda no por que el personal esté tocado con el don de la redacción literaria, sino porque es vago y, entonces, no le cuesta tanto escribir una historia en medio folio; lo que pase de ahí ya es otra cosa, pues exige sentarse con seriedad en el duro banco.

Y todo esto viene a cuento porque está abierto el plazo del certamen de microrrelatos de Bar de Blas, un clásico ya en Burgos que va por el cuarto año en que saca esta convocatoria. El plazo de presentación termina el 23 de abril, por lo que hay que animarse rápidamente. Los relatos pueden tener un máximo de ciento setenta y cinco palabras (título aparte), pudiendo presentar dos por cabeza. Como es costumbre en estos trances, se presentará de un lado los relatos, con seudónimo, y junto a ellos la plica.

Está dotado con un primer premio de 300 euros; un segundo de 150 y un tercero de 100. Además, lo cual es interesante, existe un Premio Especial Pura Gula, consistente en cena para cuatro personas, premiando el microrrelato más divertido -¡Qué difícil es serlo escribiendo!-. El fallo se hará público el 27 de mayo.

Pues, bueno, a ver si hay suerte y alguien se invita a una cena.

domingo, 11 de abril de 2010

Las violetas (bolas de cristal)

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Cada inicio de primavera aparecen las violetas en Burgos. Los árboles todavía de invierno, salvo el leve amarilleo de los sauces y algún brote que comienza a abrirse en los castaños. La ciudad es renuente a las flores; solamente, aquí o allá, sorprende el blanco de los almendros, el rosa de los ciruelos y los matorrales de la orilla del río. Y a esta ciudad del frío llegan las violetas. Se agolpan en un arriate del paseo de la Isla –paralelo al Arlanzón–, salpicando el tierno verde de las recientes matas de hiedra que tupen el suelo de este trozo de jardín y se prolongan hacia arriba en los troncos de su centro. Alrededor del follaje rastrero, unos recios ejemplares de almez y de tuya; algo más allá, la pila románica traída de una iglesia en ruinas.

Cada primavera nos acercamos a esta zona, agradeciendo su regalo. Son bola de cristal y alcancía de nuestro sosiego. Las visitamos, mañana o tarde, hasta que se marchita su color, apocándose, y las flores van desapareciendo entre las hojas vecinas. Nos recuerdan nuestra estancia en esta ciudad, que ya se prolonga en todo este siglo. Lo que quedó atrás. Las pérdidas. Los sueños. Los fracasos. Lo que ha llegado. La difícil aventura de comenzar la vida en un lugar nuevo, fuera de la juventud. La casa. La muerte rondando y venciendo algunas amistades. El ciberespacio. El nacimiento de la Vela Blanca -tan alejada la mar-. Las amigas de Burgostecarios. La alfabetización de inmigrantes. La Recolectora.

Crecen desparramadas, sin tocarse, bellas. Lo más difícil y precioso de la vida es la soledad entregada.

Cuando nos ven leyendo por la calle, hay quien nos dice que el exterior es para verlo y disfrutarlo; pero no hay cuidado: escuchamos los pájaros, saludamos a quien se nos cruza, sabemos de las hojas y… nos vemos con las violetas.

jueves, 8 de abril de 2010

Torremozas. Editora de mujeres

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Ya ha llovido bastante desde que nace Ediciones Torremozas. Sucedió en 1982. Lo hizo con la intención de facilitar un cauce de expresión a la poesía escrita por mujeres y al relato corto. Sin ánimos de marginalidad ni de revanchismos. Intentando que los escaparates acogieran estas obras, que las librerías las colocaran en sus estantes, que fueran engrosando los fondos de las bibliotecas públicas, que las pudiéramos adquirir para la mesilla de noche o nos las pudieran prestar para las vacaciones. Que habláramos de ellas. Escasas eran las plumas femeninas disponibles a nuestra vista hasta entonces.

Torremozas encauzó su hacer en tres direcciones: Voces nuevas, inéditas o con alguna publicación sin demasiada difusión. Voces consagradas. Voces recuperadas, para firmas del pasado, muchas de ellas de difícil localización. Después vinieron Voces hispanoamericanas y Poetisas de habla no española, traducidas al efecto. Hoy ya cuenta con nueve colecciones y, lógicamente, su selección de Imprescindibles. Además, lleva los premios Carmen Conde y Voces Nuevas, de poesía, y Ana María Matute, de relato.

Son numerosas las mujeres que han iniciado su carrera literaria pública en esta editorial que ha aportado al panorama poético español una frescura como la que solo puede salir de ciertos cuerpos y de ciertas sensibilidades. (Curiosamente, un año después nace Celeste, también vigente hoy, que acoge muchas plumas femeninas de poesía.)

A día de hoy, la editorial dispone de más de quinientas las publicaciones en su catálogo. Aquí vamos a reseñar la antología que realizó en 2002 Luzmaría Jiménez Faro con el título Poetisas españolas, por creer que es, sin duda, uno de los proyectos por los que no pasa el tiempo. De ella, extraemos este poema de Mercedes Alario:

Es hora ya de desatar las cintas
que asían tus estrellas,
desanudar el sol de medianoche
y soltar las amarras
de aquella embarcación de nuestros sueños.
Mas…
¿Cómo saber, entonces,
si es de día o de noche en nuestras viñas?
¿si mi mundo está creándose de nuevo
o agoniza?
¡Cómo sabremos si amanece Dios!

La literatura española tiene una deuda de gratitud con Luzmaría Jiménez Faro (y su compañero, Antonio Porppeta), iniciadora del proyecto y, ahora, con Marta Porpetta Jiménez, continuadora eficiente del mismo. Desde aquí ponemos nuestro pequeño grano de arena.

lunes, 5 de abril de 2010

Biblioteca en Escalada (Burgos)

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¿Qué va a ser de los pueblos castellanos? Recientemente leíamos que una comisión de expertos recomendaba la fusión de pueblos para que puedan resistir la despoblación. Cada vez cuesta más dotar de servicios a las pequeñas localidades y, en especial, mantener una mínima actividad cultural. El desánimo campesino de dentro y la desidia política de fuera no son fáciles de doblegar.
Por ello, nos alegramos de noticias como la presente: «Apertura del Centro Cívico y Biblioteca de Escalada». No todo va a ser megaproyectos y espacios digitales. Este pueblo se halla situado a 60 km de Burgos siguiendo la N-623 en dirección a Santander. El 31 de octubre de 2009 se procedía a dicha apertura, que leemos en sus propias palabras:

«En un ambiente otoñal cálido y sugerente, y auspiciado por la Junta Vecinal y la Asociación Amigos de Escalada, tuvo lugar en el edificio del antiguo Concejo de la localidad, la inauguración del Centro Cívico y de la Biblioteca. Ésta cuenta con más de 500 volúmenes procedentes de diferentes donaciones particulares, que se espera sirvan de entretenimiento y apoyo cultural a vecinos y simpatizantes.
»Acompañados por un vino dulce con pastas (a la antigua usanza), se desarrolló un acto entrañable en el que la lectura colectiva de poemas de Lope de Vega, Machado, Rafael Alberti, José Hierro, García Calvo, Rina Lastres y Whitman, entre otros, se añadió una agradable charla sobre posibles actividades culturales de futuro, a la vez que sobre la importancia de que el pueblo cuente con un espacio público para compartir, en el que cabrán charlas entre vecinos y amigos, lectura, juegos de pasatiempo, etc.»

Desde Burgostecarios les deseamos una cultura propicia.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Éxito de IV Salón del libro infantil y juvenil

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Finalizado ya el IV Salón del libro infantil y juvenil es hora de hacer balance. Unos 4000 alumnos han pasado por la exposición central de la FEC. Las visitas libres han supuesto una cifra cercana al millar. Los encuentros con autores, talleres de escritura, cuentacuentos... han sido de un gran nivel. Eso mismo cabe decir de las visitas al Museo de la Física del IES Diego Porcelos y del film "Mar de nadie".

La ciudad de Burgos puede estar orgullosa de haber albergado un evento de estas características, además con una duración de 15 días. Además organizado con muy pocos medios y un equipo humano muy entregado. Especial agradecimiento a Chema Tejadas, director de Abubel (Asociación burgalesa de bibliotecas escolares y lectura) y Manolo Iglesias, de Sintagma (Servicios editoriales y educativos), que me consta que ya están preparando la V edición. Esperamos ansiosos.

martes, 30 de marzo de 2010

Hoy, última jornada del IV Salón del libro infantil y juvenil

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Hoy se clausura el IV Salón del libro infantil y juvenil, que se inauguró el pasado 15 de marzo. Ha sido una excelente oportunidad para que los burgaleses se acercaran al mundo de los libros y al mundo de la creación literaria, así como conocer a prestigiosos autores en persona o conocer más a fondo nuestro gran legado de Atapuerca. La ciencia ha tenido también un lugar destacado, y se ha podido visitar el Museo de Física del Siglo XIX del IES Diego Porcelos y ha tenido lugar el estreno del documental científico "Mar de nadie".

Todo ello sin grandes medios, con grandes dosis de entusiasmo, tanto que los organizadores, ya están pensando en la edición del próximo año. Ojalá haya más iniciativas que tengan al libro como protagonista.

viernes, 26 de marzo de 2010

Últimos días del IV Salón del libro infantil y juvenil

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El IV Salón del libro infantil y juvenil va llegando a su fin. Las personas interesadas pueden verlo hasta el próximo martes día 30. Es una buena oportunidad para aprender muchas cosas, curiosidades sobre el mundo de los inventos... y comprobar lo afortunados que somos al vivir en un mundo donde la ciencia y la tecnología hacen la vida al hombre mucho más placentera. También la exposición nos permite hacer un viaje por los yacimientos de Atapuerca, comprobar cómo vivían los hombres prehistóricos y conocer cómo es el trabajo que desarrollan allí los arqueólogos y paleontólogos.
Y sin salir del recinto, también daremos una vuelta por Europa, por países como la República Checa, Eslovaquia, Países Bajos... Y se nos muestra el personaje de cuento más famoso de cada país. Por último, podremos disfrutar de una excelente selección de libros informativos que los niños pueden ojear, admirar y leer.
Todo esto dentro de la sala de exposiciones de la FEC, y por la tarde se van desarrollando las sesiones de cuentacuentos, que acerca nuestras tradiciones orales a los más pequeños. ¡Daos una vuelta antes de que acabe! Merece la pena

jueves, 25 de marzo de 2010

Raúl Vacas presenta "Poesía de Cartón"

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En el VI Salón del libro infantil también hay sitio para despertar la creatividad de los más pequeños. Así se desarrolla "Relatos microscópicos" (taller de microrrelatos), "Diario del futuro" (periodismo de futuro), y "Poesía de cartón" (sobre poesía).
Raúl Vacas, periodista y poeta, con varios premios en su haber, entre ellos el Premio joven de las letras de Castilla y León, trata de despertar la fibra sensible de los chicos. Les invita a mirar la realidad con otros ojos, a jugar con las palabras, y les propone que la poesía es un excelente bálsamo contra la tristeza, y el mejor modo para expresar nuestros sentimientos, nuestro yo más íntimo.
Para ello cuenta con una aliada: una vieja maleta de cartón de la que extraerá los más variados "cachivaches": una vieja cámara de fotos que hace poesías, un altavoz para leer los poemas con diversos tonos, un bombo de bingo para que sea el azar el que determine el contenido del taller, una cebolla para inspirarnos... El mundo a nuestro alrededor está ahí, esperando a ser retratado con una mirada distinta, íntima y profunda.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Nochada Intensiva. Jornada Trovadora

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A Kike, con afecto

El pasado jueves, día 18, las bibliotecas municipales de Burgos celebraron una Nochada Intensiva con el fin de hallar algún método adecuado de extensión bibliotecaria, a la que fueron invitadas/os algunas/os reputadas/os colegas. Y a fe que lo lograron. Las impresionantes instalaciones utilizadas para el evento dan muestra del buen hacer de estas gentes. Se trataba de ahondar en formas lectoras arriesgadas, modernas, pero sin dejar de lado las tradicionales. A la entrada del recinto, quienes participaron podían departir tranquilamente o bien apuntarse a la Comisión de Sustento, que llevaba trabajando hacía ya tiempo ocupándose en la elaboración de documentos y expedientes, los cuales se repartieron en los puestos asignados a la asistencia.

Cambiadas las primeras impresiones, se pasó a tomar asiento. El material distribuido fue estudiado con escrupulosidad y, una vez asimilados los primeros dictámenes, se pasó a debatir hasta tocar fondo. Fue la parte más sólida. ¿Las aportaciones?, sabrosas. Qué decir de ello para que podamos hacer justicia a los encendidos argumentos con los que constantemente se cruzaba de lado a lado de las mesas. Nada sobraba. Cada gesto, cada indicación tenía su objetivo. Todo se pulía. Huelga decir que las conclusiones a las que se llegaron fueron enjundiosas. Algunas de ellas –por pintorescas– no nos resistimos a transcribirlas («Para ir a Nueva York no hace falta saber inglés», «Está de rechupete, me apunto a esa esquinita», «¡Como pille al del pimentón!», etc.); según puede colegirse, hubieran merecido una mayor profundización pero el tiempo era limitado y había que acabar con el total del temario propuesto. A cada tema, pues, le llegó su hora. En este punto, se escuchó el esperado discurso de fin de la sesión teórica, el cual emocionó por su clarividencia, arrancando los aplausos de las delegaciones, y siendo enriquecido puntualmente por la oportuna explicación (muy plástica) de algún asistente.

Restaba la parte más práctica (y, al tiempo, la más complicada), la culminación de esta Nochada. En vez de comisiones, se decidió que el trabajo fuera por parejas. Y aquí apareció la sagacidad y pertinencia de las propuestas. Sin renunciar a la tecnología, alternando programas de base líquida con amplificadores, se potenció lo tradicional: la voz. Pero qué digo voz, eran trinos cautivadores, sueños de la mejor literatura. Allí se musicaron los versos de Homero, las aventuras de Tintín, los cuentos del Decamerón, La vida es sueño, los espacios siderales, El arte de amargarse la vida, los cuentos de Grimm, El hereje, las dudas cartesianas, La puerta y un poblado etcétera. Al frente, destacaba la capacidad anfitriona de Iván, Pilar –¡qué vida!–, Fede –sobrao–, Sara –nada decae–, los Ignacios –Inigualables, sobre todo José–, Ana –¡tanto entusiamo!–, Juan Carlos –¡qué valor!–, Florinda –¿alguien da más?–, Javi –barriendo–, Celia –arte en movimiento–, Kike –atento–, Carolina –la sensibilidad–, Fernando –quien sabe, sabe–, Almudena –dominio de los nervios–. Trovadoras/es (no olvidemos que trovar es "encontrar") que han hallado lo nuevo en lo viejo.

Alrededor del tablado se alzaban los brazos en señal de adhesión o réplica (aunque, en todo caso, de admiración) de las intervenciones. Había quien llegaba con destacada participación en la comisión inicial: María, Toñi, Pilar. Teresa volvía con su sonrisa. El trabajo había sido intenso y hubo quienes lo acusaron pronto, teniendo que abandonar el recinto, con la consiguiente pena (y alguna lagrimilla) propia y ajena: Almudena, Sara, Josu, Sandra, Ricardo, Arantxa, Lola, Marian, Santi. En el recuerdo… las/os ausentes.

¿No hay voces que claman ante la desorientación de los momentos presentes? Pues aquí esta la almáciga que ansían las bibliotecas.

martes, 23 de marzo de 2010

¿Alguien sabe qué es una morrena?

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El IV Salón del libro infantil y juvenil entra ya en su segunda semana con unos excelentes resultados. Por las mañanas es el tiempo dedicado a las visitas escolares. Los niños han de responder a preguntas variadas sobre las distintas exposiciones que componen la muestra, "Atapuerca", "El mundo en tus manos" y "Europa es de cuento". Entre las preguntas formuladas, por ejemplo ¿Qué es una morrena?

Los niños se entregan con avidez a esta tarea. Es una gozada contemplar el salón lleno de niños leyendo con avidez, hojeando libros, tirados por el suelo, buscando aquel dato que les falta como si se tratase de un tesoro. Un espectáculo gratificante para los mayores, que a veces perdemos el entusiasmo de las cosas cotidianas.

Las visitas para el público general son por las tardes de 18h a 21h. Os animamos a que os acerquéis: cientos y cientos de libros os esperan para que les hagais vuestros

domingo, 21 de marzo de 2010

Ortografía fonétika razional

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Sí, sí, habéis leído bien el título. No es necesario frotarse los ojos. Ni pensar que quien esto escribe se ha metido un campano entre pecho y espalda. Se trata, simplemente, del nombre de una iniciativa sucedida hacia mitad de la tercera década del próximo pasado siglo –es decir, hacia 1925– que tendía a «simplificar la ortografía komo lo eksijen los tiempos i a lograr ke eskribamos komo hablamos». Explicaban su postura argumentando, por ejemplo, que «antes de ke el ombre se dezidiera a razionalizar sus aktos, eksistieron dos letras, la c y la h, ke solo serbian de tormento i desazón para el eskolar, ia que hacían difizil lo senzillo». Pretendían, pues, la sencillez en la escritura y para ello eliminaban varias letras: c, h, v, x, y. Con ello, se evitaría «ke al niño kuando inkiere el por ké de una irregularidad no tengamos que responderle: “porke si”».
Esta fue una inicativa de un plantel de enseñantes que se agrupaban en torno al Grupo Ekléktiko Krisol. Editaron una cartilla: Luis Humbert, Ortografía Fonétika Razional, prólogo de Alejandro Gargallo, León, Publikaziones Krisol, [1925], 50 zéntimos. Y ofertaban compendios, postales y sobres. Era un movimiento ligado con el vegetarianismo y el eugenismo, por lo que también editaron varios textos de estos temas (Para ser vegetariano, Degeneración de la raza por el alcohol, etc.); y sostenían la rebista de superazión indibidual y de kultura ekléktika Kriterio. La experiencia se prolongó en el tiempo; así, en 1935, leemos este anuncio en la revista Iniciales (n.º 8): «En Las Palmas se a konstituído un grupo titulado “Sexo”, ke se dedikará al estudio i dibulgazión de eujenesia y moral seksual, etz; deseando ponerse en relazión kon grupos afines i kon akellas personas ke se interesen en dichos temas. Direkzión: Abram de Paz, Viera y Clavijo, 11». ¿Alguien da más?

Tal vez haya jóvenes que cuando escriben sus eslóganes en las paredes o llevan una camiseta con lemas en los que se resalta la k, piensen que están a la última, pero..., ya vemos: hubo quien se les adelantó.

jueves, 18 de marzo de 2010

Infancia Madre

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Toda obra literaria crea y recrea personajes. Es una ficción. Aunque sea muy personal, como la que aquí evocamos: El libro de mi madre (que vio la luz en 1954, una vez había muerto la madre del autor), de Albert Cohen (1895-1981). Pero textos como este están tocados por el don de la literatura y los personajes que caminan en sus páginas –madre e hijo– van encarnándose según las vamos leyendo; van confundiéndose con nuestra vida.
«Llorar a la madre es llorar la infancia. El hombre quiere su infancia, quiere recobrarla, y si ama más a su madre conforme avanza en edad es porque su madre es su infancia. Fui un niño, ya no lo soy y no puedo hacerme a la idea. De pronto, recuerdo nuestra llegada a Marsella. Tenía cinco años. Al bajar del barco, colgado de las faldas de mi madre, tocada con canotier adornado con cerezas, me aterraron los tranvías. Me tranquilicé pensando que dentro llevarían un caballo oculto.»

Las páginas de este librito las leemos y releemos en las más diversas situaciones, pues es uno de esos cuentos que no nos cansamos de repetirnos. Contiene pasajes que nos inquietan especialmente: ¿qué sucede con quienes no tuvieron infancia? (o con quienes no tenemos la conciencia de haberla tenido). Hay infancias sin abuelas y sin abuelos, con madres ocupadas y padres empleados fuera del hogar. Con escasos lugares a los que acudir en las tardes de soledad.
¿Acaso el amor a los libros sea el camino elegido por nuestras neuronas para descansar en el nido?

[Cuadro: Premiers pas, Renoir]

miércoles, 17 de marzo de 2010

Tercera jornada del IV Salón del libro infantil y juvenil

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Hoy es ya el tercer día de singladura del IV Salón del libro infantil y juvenil y sigue la gran afluencia del público en general y de las visitas concertadas con los colegios. Ayer tuvo lugar el encuentro con el autor Javier Fernández, autor de ¿Por qué la nieve es blanca?, ¿Por qué el cielo es azul? y El mundo de Max.

Para hoy están programadas tres visitas de escolares del Colegio Juan de Vallejo y del Claudia Simancas (Sasamón). Por la tarde, la hora del cuento correrá a cargo de Anís Teatro. En estas visitas los chicos descubrirán el origen de inventos como el mp3 o la cámara digital y harán un recorrido por los yacimientos de Atapuerca y el origen del hombre, así como poder observar in situ libros de ciencia y los principales libros de la literatura infantil y juvenil en diversas lenguas de varios países europeos. Estos libros han sido enviados por las propias embajadas.

martes, 16 de marzo de 2010

Javier Fierro de FGSR intervino en la inauguración del Salón

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El Teatro Principal de Burgos acogió ayer la inauguración oficial del Salón. El pregón corrió a cargo de Javier Fierro, vicepresidente del Centro Internacional del libro infantil y juvenil y miembro de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. También dieron la bienvenida al salón el Alcalde de la ciudad, Juan Carlos Aparicio, y el Presidente de la Diputación, Vicente Orden Vigara.

Asimismo el acto inaugural contó con la participación de Javier Fernández Panadero, autor de literatura juvenil y autor de obras como ¿Por qué la nieve es blanca?, "El mundo de Max"... Aparte de sus acertadas palabras, interactuó con un vídeo sobre ciencia. La jornada concluyó con los sonidos de un cuarteto de cuerda.

Y mientras, el Salón continúa su dinámica: visitas concertadas para los colegios en horario matinal, y abierto al gran público por la tarde. Recordemos que las invitaciones para los cuentacuentos se recogen en la Sala de Exposiciones de la FEC, presentando previamente un marcapáginas sellado en librerías -al comprar un libro- o en las distintas bibliotecas de la ciudad al devolver material una vez hecho un préstamo. Así mismo pueden recogerse invitaciones en la biblioteca para la proyección de la película "Mar de Nadie" el día 27 de marzo a las 12h00 en el Salón de Caja Burgos de la Avda. Cantabria

lunes, 15 de marzo de 2010

Hoy se inaugura el IV Salón del libro infantil y juvenil

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Tras meses de reuniones y preparativos hoy se inaugura el Salón. El acto oficial tendrá lugar a las 19h00 en el Teatro Principal.

El grueso de las actividades tendrá lugar en la Sala de Exposiciones de la Federación de Empresarios del Comercio. Allí podrán contemplarse las exposiciones "Atapuerca y la evolución", "El mundo en tus manos", "Una de inventos", "Europa es de cuento" y "Ciencia y literatura". Es un recorrido por la teoría de la evolución humana, un acercamiento a los principales inventos de la humanidad, y un recorrido por libros de ciencia de varios países europeos. Precisamente, hoy se celebrará una jornada de encuentro entre agregados culturales de las embajadas europeas en nuestra ciudad.

Otras actividades son talleres de escritura, impartidos por Raúl Vacas Polo, Jorge Villalmanzo, Eliseo González y Chema Tejadas. En cuanto a los encuentros con autores serán con Javier Fernández Panadero, Ana Alonso, Pepe Maestro y Fátima Fernández, todos ellos estupendos escritores de literatura infantil.

Por las mañanas se desarrollarán visitas concertadas con colegios, mientras que las tardes son el momento para que se acerque el público en general.

En sucesivas entradas seguiremos informando de como se va desarrollando el salón

viernes, 12 de marzo de 2010

¡Quedan tres días!

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La ciudad de Burgos se acerca a una de sus citas culturales más importantes: el IV Salón del libro infantil y juvenil, que se desarrollará en nuestra ciudad del 15 al 30 de marzo. Este año está dedicado al tema "Ciencia y Literatura", y ocupa un puesto estelar la figura de Julio Verne.

La sede principal de este evento será la Sala de Exposiciones de la Federación de Empresarios del comercio, y tendrán lugar distintas exposiciones, cuentacuentos, talleres de escritura creativa y experimentos. En horario de mañana acudirán visitas concertadas con diversos colegios, y por la tarde, podrá ser visitado por cualquier persona.

Por otro lado también se proyectará el documental sobre la naturaleza de Ángel Vallecillo -Mar de Nadie- en el salón de actos de la Avda. Cantabria y habrá encuentros con autores de la literatura infantil como Ana Alonso, Pepe Maestro, Javier Fernández Panadero y Fátima Fernández Méndez, que se desarrollará en el salón de actos del Centro Cívico Río Vena. También se podrá visitar el laboratorio del IES Diego Porcelos, que tiene un interesante instrumental del Siglo XIX.

La inauguración oficial será este lunes día 15 a las 19h00 en el Teatro Principal, y su desarrollo puede seguirse en el blog http://salonburgos.blogspot.com/

jueves, 11 de marzo de 2010

Palabras desordenadas, ¡je, je!

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Sgeun etsduios raleziaods por una Uivenrsdiad Ignlsea,no ipmotra el odren en el que las ltears etsen ecsritas,la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esetn ecsritas en la psiocion cocrreta.
El retso peuden etsar ttaolmntee mal y, sin ebagrmo, pordas lerelo sin pobrleams, pquore no lemeos cada ltera en si msima snio cdaa paalbra en un contxetso.

Presnoamelnte, esto me preace icrneilbe!

¡La mrade que lo pairo! ¡Tnatos aoñs de colgeio a la mrieda!

lunes, 8 de marzo de 2010

Mujeres lectoras, escritoras, sindicalistas y libres

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Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora (aunque ahora este término ha caído en desuso) y, por ello, en este foro bibliotecario, traemos a colación a Luisa Capetillo (1879-1922), nacida en Arecibo (Puerto Rico) de madre francesa y padre español, de quienes recibe una instrucción más esmerada de lo que entonces se impartía a las chicas en las instituciones educativas. A ella unió su natural rebeldía y su capacidad reflexiva. En los primeros años del siglo veinte propició en la isla un escándalo mayúsculo, pues se atrevió a ser la primera mujer que vestía pantalones. Además, se mostraba partidaria del vegetarismo, del esoterismo y de la educación racionalista (no confesional). Deseosa de tener independencia económica, sin sujeción a un marido, comienza a trabajar en periódicos locales y en la industria de la aguja para poder mantener a sus dos hijos (era partidaria del amor libre). En 1906 se hace lectora de tabaquería (oficio que retoma en 1919 cuando se encuentra en Nueva York), lo cual le pone en contacto con las noticias del mundo y con las ideas de emancipación obrera (Zola, Reclus, Tolstoy, Marx, Bakunin…); se une entonces al sindicato tabaquero y se convierte en una de sus más dinámicas organizadoras. En 1907 publica su primera obra, Ensayos libertarios, en la que expone sus concepciones sociales y políticas. Posteriormente, crea la revista La Mujer. Y funda la editorial Biblioteca Roja en la que ve la luz, en 1910, La humanidad en el futuro, y en 1911, Mi opinión sobre los Derechos, Responsabilidades y Deberes de la Mujer (reeditado en 1913). En 1916 vuelve con Influencias de las ideas modernas.

Su inquietud y su militancia hace que tenga que salir en varias ocasiones de Puerto Rico, llegando a Cuba, Santo Domingo o Estados Unidos. En muchos de esos lugares se le prohíbe hablar en público o se le expulsa al ser considerada anarquista peligrosa. Era internacionalista, pues decía que «la tiranía, como la libertad, no tiene patria, como tampoco los explotadores ni los trabajadores».

jueves, 4 de marzo de 2010

La Casa Embrujada (Haití, Chile...)

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Escribía Emily Dickinson, en una de sus cartas, que la Naturaleza es una Casa Embrujada. Y al ver los últimos desastres ocurridos en Haití y Chile, podemos hacernos una idea de hasta dónde cobra sentido esa expresión. Tenemos un volcán bajo los pies, un ogro dormido en las cavernas, que a veces despierta, se despereza y, en su estiramiento, arrasa la vida de las orgullosas hormigas que se afanan –ilusamente– en la superficie. Los hijos del capitán Grant vivieron de cerca sus gruñidos.

Periódicamente surgen voces llamando a la vuelta a la Naturaleza. Y, según las escuchamos, parece que cuentan con razón (o, al menos, con su razón). Se nos pinta un mundo de Armonía, de Equilibrio, de Entendimiento. No dudamos que se enfrentarían mejor los problemas en un ambiente semejante. Pero… ¿qué hacer con esta Naturaleza sorda y ciega a la vida humana? Por de pronto, solo nos queda la solidaridad. Y la vista rasgada ante la contemplación del pillaje, del robo, de la injusticia.

Nos deja en la oscuridad.

miércoles, 3 de marzo de 2010

YA VAN 3

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Como ya os presenté en junio del año pasado, la Fundación Alonso Quijano, dedicada al fomento de la lectura, y que este año cumple 10 años de existencia, organiza el III Concurso de Fotografía MOMENTOS DE LECTURA.



Con este concurso quieren que nos animemos a participar y reflejemos el mundo de la lectura: los niños destrozando los libros, el paisano dejando sus lentejas pegadas concienzudamente, a nuestros usuarios fieles, vamos lo que se nos ocurra


Las fotografías seleccionadas se publicarán en el Calendario de la Lectura 2011 de la Fundación Alonso Quijano.


Las fotografías podrán presentarse en formato electrónico o en papel, hasta el 31 de marzo 2010.


Las bases

martes, 2 de marzo de 2010

CONSOLANDO A UN BUEN BIBLIOTECARIO...

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Estimado y muy querido Lavela, en un post anterior nos mostrabas tu gran disgusto al haberte quedado con las ganas de adquirir un folleto de principios de siglo porque su propietario lo vendía a un precio elevado para su valor original.

Ay! mira lo que acabo de ver ¿qué te parece? ¿será verdad?, mira tú que yo he tirado de todo, todo, todo.. si al final va a haber que guardar cualquier papelillo...

Una singular primera edición de una historieta de Superman, en excelentes condiciones, se vendió el lunes por la cifra récord de un millón de dólares.
El precio se alcanzó en una subasta pública realizada por el sitio de internet ComicConnect.com.
Fuente: abc

domingo, 28 de febrero de 2010

Poesía moderna. Desorientación y Premio

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«De la poesía antigua, de rima, aún me entero de algo, pero con la moderna me entra un complejo de ignorante…» Es una frase que hemos podido decir en cualquier momento al referirnos a las composiciones líricas de los tiempos recientes. Y tenemos razón. Hace algunos días anotábamos que la poesía de los siglos precedentes al Romanticismo, por lo general, obedecía (y se beneficiaba) de la evocación de figuras mitológicas –Ícaro, Orfeo, etc.– o de lugares comunes en la naturaleza –volcanes, bosques, etc.–. Una vez que conocíamos su significado, entonces disponíamos del código para su interpretación (que era única). Pero la poesía moderna es harina de otro costal.
Podemos acercarnos a ella con una notable carga de conocimientos sobre mitología griega (que nunca estorba) y, sorprendentemente, quedarnos en blanco. Y es que aquí nadamos en la desolación, sin agarraderas a la vista, sin salvavidas. Estamos en un espacio construido desde el sentimiento y, por lo tanto, tendremos que abordarlo saliéndonos de la razón. Nos ayudará a su comprensión el conocer la biografía de quien escribe y el análisis literario del poema (una vez que lo hayamos leído completo) para ver si damos con las palabras que transmiten la mayor carga sentimental y podemos establecer el asunto del texto. Pero no demoremos más nuestra llegada a uno de ellos:

Déjame esta voz que tengo,
lo mismo que a la pampa le dejan
sus matorrales de deseo,
sus ríos secos colgados de las piedras.
Déjame vivir como acero mohoso
sin puño, tirado en las nubes;
no quiero saber de la gloria envidiosa
con rabo y cuernos de ceniza.
Un anillo tuve de luna
tendida en la noche a comienzos de otoño;
lo di a un mendigo tan joven
que sus ojos parecían dos lagos.
Me ahogué en fin, amigos;
ahora duermo en donde nunca despierto.
No saber más de mí mismo es algo triste;
dame la guitarra para guardar las lágrimas.

Luis Cernuda escribió Déjame esta voz en 1931, encuadrándolo en Los placeres prohibidos, que constituye una parte de La realidad y el deseo (1936). Ahí tenemos esos déjame que inician los dos primeros cuartetos, en los que nos anuncia el estado de desamparo del yo poético (el del poema), pidiendo únicamente la voz –elemento clave de un poeta–; nos narra después el breve cuento de cuando fue feliz –anillo y luna tendida–; y nos lo confía –amigos– desde el recuerdo ahogado en lágrimas, de las que desea desprenderse.

Cada vez que nos acerquemos a este poema, lo envolverá una atmósfera diferente, nos diremos cosas distintas. ¿Alguien da más por menos?

[Ya sabemos que, además, podemos auxiliarnos de libros como el de Rosa Navarro Durán, Cómo leer un poema (Barcelona, Ariel, 1998)]

viernes, 26 de febrero de 2010

EL ABECEDARIO, ESE GRAN DESCONOCIDO

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Ya de pequeñita cuando aún no iba a la escuela, mi abuelo me cantaba algo así como:

A, B, C, CH, D, la cartilla se me fue a los prados a pacer,

No me pegue padre mío que mañana la traeré..

Esos son mis primeros recuerdos del alfabeto y desde entonces no se me ha olvidado (conste en acta que no me considero lo que vulgarmente llamamos un lumbreras).

Es por eso que no llego a entender la gran dificultad que presentan algunos usuarios a la hora de buscar un documento en las estanterías.

Cuando amablemente explicas cómo localizar un autor determinado o les apuntas en un papelito la signatura, son muchos los que vuelven y dicen, pues no no está, he mirado en todas las estanterías y no está.

Claro es que no hay que mirar en todas las estanterías sólo en una, la que corresponde a la letra apuntada.

Me resulta incómodo explicar lo del alfabeto, siempre dices con una sonrisa que está todo ordenado alfabéticamente y en ocasiones te miran como si hablaras chino (que más quisiera yo, con el dinero que ganaría uno en estos tiempos conociendo ese idioma).

Pues bien he llegado a la conclusión de que no es cuestión de aptitud, sino de actitud, es mucho más cómodo que te den todo hecho y si además sabes hacerte el despistado ya tienes media vida resuelta.

Si habéis llegado hasta aquí leyendo, mis más sinceras disculpas porque se que toda persona capaz de leer cuatro párrafos seguidos conoce perfectamente el abecedario y sabe desenvolverse con soltura en una biblioteca, con dos pequeñas indicaciones.

Y una vez pedidas las disculpas pertinentes, agradecer al mundo que existan estos pequeños espacios para desahogar las penas y poder seguir atendiendo a mis usuarios con una gran sonrisa.


Imagen tomada de:

diariando.wordpress.com/page/6

jueves, 25 de febrero de 2010

El Cerebro. La solución ansiada

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Hace un tiempo, la psicología vino a resolver todos los problemas. Ya sabemos, esos que nos traen de cabeza y no se sabe cómo explicarlos y, sobre todo, cómo encauzarlos. ¿Qué proceder tomamos ante las personas que pintan las paredes del edificio que habitamos, que dan patadas a las papeleras o que rompen los cristales de las cabinas telefónicas? Bueno, pues la psicología nos explicaba que era gente con unas determinadas carencias (afectivas) y que con un tratamiento adecuado el asunto podría arreglarse. Pero… siguen apareciendo cabinas desvencijadas en la madrugada.

Y es que, claro, nos habíamos olvidado del cerebro. Eso es lo que vienen a decirnos ahora toda esa gente (con su buena dosis de oportunismo) que se ha volcado en los análisis de la neurociencia durante los últimos diez años (aproximadamente). En lo que llevamos de siglo, las resonancias magnéticas permiten observar, resaltadas en rojo, las partes del cerebro que se activan cuando realizamos ciertas actividades. O permiten verlas en azul cuando nos relajamos. De ahí a concluir que todo está en el cerebro, hay un paso (que mucha gente se atreve a dar).

Por ello, no debemos de alarmarnos. Si alguien perturba el silencio de la biblioteca con grandes risotadas, si nos desaparecen las fotografías de las publicaciones ilustradas, si nos preguntan qué escribió un tal Caldero…, pues nada. Es que la madre Naturaleza le ha obsequiado a esas personas con una forma de ser sobre la que ellas no tienen ningún poder de cambio. Además, ¿No es de gente sabia el seguir los dictados naturales?

[Y para saber la diferencia de por qué unos no regalan flores el día del aniversario y por qué otras lo esperan, pues se puede acudir a libros como el de Louann Brizendine, El cerebro femenino (RBA, 2009, ya la 11.ª edición).]

domingo, 21 de febrero de 2010

Castigos sin horizonte

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Hablábamos en una anotación anterior –¡Contra la pared!– de la generalización de los castigos físicos en la enseñanza desde tiempos bajomedievales y de las posibilidades disuasorias que podrían tener estos métodos para aplicarlos, por conductas asnales, a parte de la gente que se acerca a las bibliotecas. Lógicamente, todo el texto estaba cargado de ironía y queda, pues, fuera de nuestro pensamiento cualquier posibilidad de su práctica, ni siquiera en la imaginación, durante los días nefastos. No sólo renegamos del castigo físico, sino también del psicológico, el cual era recomendado por la capacidad de ridículo, miedo y vergüenza que origina en quien lo recibe. «Humillan. Y, al humillar, corrigen», decían no hace mucho.
Por ello, hoy recordamos a quienes se oponían a la «execrable costumbre a resultas de la cual muchos niños mueren y otros quedan mutilados». Y traemos aquí textos que quienes así lo hacían. Es el caso de Pietro Giordani, que en 1819 escribe La causa dei ragazzi di Piacenza, a la que corresponde la frase citada. Este hombre denunciaba que «en nuestras escuelas la carne humana recibe peor trato que la carne de los cerdos. Porque a los cerdos los matan de un golpe y sólo porque es necesario. Nuestros escolares, en cambio, son torturados continuamente y sólo por escarnio. Es preciso detener la crueldad de la vil e ignorante canalla que tortura al sector más digno de respeto del género humano: los niños». Asimismo, Enrico Mayer, creador de las guarderías, que clamaba «premiad en vez de castigar. Elogiad en vez de reprobar. Y os sorprenderá vuestro éxito».

Quede claro el camino. Pero de todo esto hemos obtenido algo positivo: una vez insonorizados los cuartos oscuros de las bibliotecas, los podemos utilizar para recreo del personal laboral, ¿no?

[La traducción de los textos citados es de Isabel Prieto, tomada del libro de Oriana Fallaci Un sombrero lleno de cerezas (La Esfera de los Libros, 2009).]

jueves, 18 de febrero de 2010

Cultura podrida

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El mes pasado estábamos dando una vuelta por Gijón –Xixón– y, como la deformación profesional no es punible, entramos en una librería de viejo. Ojeamos unos volúmenes y hojeamos otros. A pesar de lo conocido, siempre sucumbimos a la sorpresa que nos producen las ilustraciones en blanco y negro, los festones de las entradillas, las letras capitales de los capítulos, los colofones en lámpara. ¿Los precios?, ni mirarlos.
En un montón de folletos, revistillas y postales apilado en la mesa situada junto a la esquina derecha de la tienda, según se entra, hallamos un folleto de 24 páginas, publicado en 1907 precisamente en Gijón (esta vez), el cual quisimos adquirir: La novela roja. Se trataba de un extracto de la novela del mismo título –Le roman rouge, publicada en 1887, 220 páginas– de la escritora francesa Jane Catulle Mendes (1841-1909), bastante conocida en su tiempo entre el proletariado consciente español. Al mirar el precio, vimos que tenía varias cifras anotadas a lápiz, por lo que preguntamos el precio. «Son doce euros», nos dijo el vendedor –en este caso hombre, aunque en esto de los dineros no hay diferencia de géneros–. «¿Doce euros? –saltamos–, ¡pero si en su tiempo costaba 5 céntimos de peseta, según se aprecia aquí, y lo publicó el Grupo Germinal para la emancipación de quienes no podían permitirse el lujo de asistir a una escuela!». «Cuénteme usted músicas celestiales, pero no hallará otro por ninguna parte. ¡Suerte tiene de que aún no lo haya pasado a las estanterías nobles!». Y nos fuimos con las manos vacías y el cerebro a estallar.

Traemos a colación esta anécdota al socaire de la noticia aparecida estos días en la que leemos que la Biblioteca Nacional ha comprado el Códice Daza, manuscrito de Lope de Vega por la suma de 700.000 euros. No nos cabe duda de que la cultura de occidente está podrida. No tenemos capacidad de regeneración. Apenas sabemos hacernos –sonrientes– fotografías al lado del trofeo y poner cifras en las esquinas de los libros antiguos.
¿Tenemos una neura o vivimos fuera de este mundo?

domingo, 14 de febrero de 2010

¡Contra la pared!

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¡Ay! Cuántas veces se añoran en esta y otras bitácoras bibliotecarias la posibilidad de utilizar métodos disuasorios ante las conductas asnales de la variada fauna que puebla, por algunos momentos, nuestros locales. No faltan ganas de desahogo ante las continuas infracciones que se suceden: libros subrayados a color, páginas arrancadas, devoluciones a uña de caballo, acaparación de periódicos, carreras a voz en grito con el móvil, huellas de lentejas en unos hermosos versos y un largo etcétera. Pero, las apariencias sociales de estos tiempos civilizados que corremos impiden poner en marcha cualquier medida (por muy sofisticada y meritoria que sea) tendente a la persuasión, a convencer a las claras.

Y no es que no existan antecedentes. En el campo de la educación los hay de sobra. La Iglesia –esa institución tan sabia y tan venerada– sentó las bases, en los tiempos medievales, de cómo habría que proceder con quienes no podían pagar las multas que se les imponían por malas calificaciones o por mala conducta. El teólogo francés Jean le Charlier de Gerson escribe en 1402 un texto pedagógico, De pueris ad Chistum trahendis, que expresa claramente esta intención: «Que en el caso de que no se produzca el desembolso, el preceptor castigue al párvulo con la verga. Que el párvulo sepa que sufrirá el castigo de la verga si no salda con dinero la pena que se le ha impuesto». Un siglo después, la normativa del colegio católico de Tours especifica: «Que el número de golpes se duplique en el caso de que los gritos turben la paz de la zona, para que el castigado calle o se desmaye». Y por si queremos cambiar de tiempo y lugar, la Guida dell’Educatore (Toscana, siglo XIX) recuerda que «todos sienten el dolor físico, todos ceden ante él», aconseja que «sólo cuando la carne está domada reconoce un reo su culpa», e insta a que quien está al frente cumpla sus amenazas, pues, de lo contrario, pierde autoridad y el alumnado le consideraría «mujercita de corazón blando».
Para qué seguir. Ante la inutilidad disuasoria de los gestos amables, ante la indomable rebeldía, ¿por qué no vamos insonorizando los cuartos oscuros de las bibliotecas? Además, es fácil que nos ganemos el cielo.

jueves, 11 de febrero de 2010

Adivinanza (fácil, fácil)

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Bueno, esta vez sí que es fácil el acertijo:


Debo a la Arabia mi ser
y yo tengo nueve hermanos,
que estando de mí lejanos
me quedo yo sin valer;
pero si a ellos me uno
adquiero tanta importancia,
que, sin que sea jactancia,
yo valgo más que ninguno.


Pero tiene el mismo valor que el anterior que trajimos aquí: está sacado de un cuaderno que lleva por título Folklore burgalés (recogido directamente), elaborado por las criaturas de la escuela de un humilde pueblo de Burgos, en 1936, e impreso en la misma escuela, en una prensa de imprenta que manejaba el maestro, pero cuyas galeradas eran compuestas por niños y niñas. El aprendizaje como fiesta o la fiesta en la enseñanza. (¡Y parece que Bolonia está descubriendo algo!)

¿Qué pueblo? ¿Quién era el maestro? ¿Conocemos algunos nombres de niñas y niños? Seguiremos hablando de ello.

lunes, 8 de febrero de 2010

Julia, el alma y los libros

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Con regularidad me acerco a ver a Julia. Me abre la puerta su padre, un hombre afable que se ha hecho cargo de su hija y ha sacado adelante a sus dos nietas, el cual aprovecha para tomarse el día libre. Julia está enferma del alma. ¿Por qué? ¡Quién lo sabe! Tal vez porque la sociedad que ha encontrado no es la que soñaba. Tal vez porque una parte de su cerebro ha decidido aguarle la fiesta. Tal vez porque algún gen antepasado ha tenido la peregrina idea de elegirla como heredera de la melancolía familiar. Salimos a comprar y, así, podemos pasear un poco –«que le dé el aire», me digo–, aunque no le gusta estar mucho por la calle. Apenas hablamos, pero el silencio nos es problema. Después de comer, una cabezada y, a la tarde, leemos en voz alta. Al igual que lo hacíamos cuando vivíamos los seis. Todo en común, sin cuotas sin tareas. Cocinábamos, limpiábamos, acudíamos a las asambleas, empuñábamos el spray por las noches, increpábamos a la especulación a la política al privilegio, trasnochábamos, íbamos al campo a tomar el sol asar setas y sardinas cocinar paellas, redactábamos manifiestos, declamábamos poemas…

De entonces, Julia conserva las mangas dadas de los jerseys para esconder las manos, los pómulos graciosos y el sentarse en cuclillas en el sofá. Y así se pone ahora, de espaldas a la luz. Yo me siento en la mecedora de la mesa camilla, junto a la ventana. Abro el libro. «¿Sabes que han sacado un volumen de memorias de Oriana Fallaci?» Por un instante creo ver una chispa en sus ojos; después vuelve la ausencia. Así que me adentro en Un sombrero lleno de cerezas «―Amigos míos, nadie escapa a su destino […] ¿Algo más? Ah, sí: la fe en Dios, saber leer y escribir. Los preciosos alimentos de la mente y del alma, las riquezas espirituales que deberían compensar las penas del cuerpo [...] ¡Mientras como ovejas nos comportemos, justo será que haya / un hatajo de rufianes que leyes no deje de decretar!».

Vuelve Aurora, la hija menor de Julia, y preparamos la cena. En el largo trayecto de vuelta a casa, me abandono a las sensaciones del día y reparo en el escaso poder de las palabras.

jueves, 4 de febrero de 2010

Palabras saqueadas

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Nos tomamos la libertad de poner un adjetivo al encabezamiento de esta anotación, tomándolo del título de uno de los libros de Irene Lozano: El saqueo de la imaginación (Debate, 2008). Su autora nos relata un fenómeno de extraordinaria importancia en la actualidad: los mensajes que nos llegan en los medios de información, han pasado por el tamiz de los gabinetes de opinión (que llaman de comunicación). Es decir, partidos políticos, sindicatos, iglesias, prensa, banca, oenegés, fundaciones… disponen de una gente especializada en comer el coco. Ahí, las palabras son analizadas, rechazadas, elegidas y (si preciso fuera) forzadas para que transmitan la bonanza de la organización en cuestión.
Se trata de que cuando firmamos un contrato de telefonía (que nos encadena dieciocho meses), o encontramos un trabajo (que no sabremos lo que durará), o abrimos una cuenta corriente (que cobra comisiones aleatorias), o la política nos concede o nos rechaza una ayuda (que parece un privilegio), todo ello se nombre con palabras que no ofendan, que no desprestigien a quien nos la facilita, que no la presenten como alguien que nos explota en ese momento. Algo así como el método Grönholm, al que alude la autora: la multinacional en cuestión buscaba no una buena persona que pareciera un hijo de puta, sino un hijo de puta que pareciera una buena persona. (No hace falta tener vista de lince para reconocer a unos/as cuantos/as.)

Es decir, el asunto está en conservar los grandes beneficios, haciendo ver que se está ayudando al personal. Y para ello son necesarias las palabras, aquellas que transforman penalización en apoyo económico o ganancia en prestar colaboración. Las palabras en las que se expresan los valores. ¡Vamos, que bancos y empresas pareciera que existen para facilitarnos la vida!

En buena medida, el libro en cuestión nos presenta un panorama desolador. ¿Podemos defendernos de él? Tal vez las bitácoras nos ayudan a ello.

miércoles, 3 de febrero de 2010

CARALIBRO...

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Igual si que es más fácil de lo que pensamos leernos entre nosotros.... igual si que somos libros abiertos, o en eso nos transforman las redes sociales, ¿sería malo? o ¿realmente es lo que necesitábamos para darnos a conocer?.
:)
Fuente de la fotografía: http://i.imgur.com